Hispanización vs colonialismo o, de nuevo, España vs Inglaterra

El Imperio Español, y su hispanización, es una versión mejorada del Imperio Romano y su romanización. El colonialismo inglés una versión peor, mucho peor, de la expansión Griega.

Vaya por delante que esto es un post y que en cuatro párrafos mal contados no vamos a dar respuesta a los interrogantes que pueda suscitar la sentencia anterior. Sin embargo sí hay espacio para desarrollar algunas ideas concretas para que ustedes, si quieren, puedan tirar del hilo que es, sin duda, la mejor manera de hacerse su propia opinión.

A nuestro modo de entender un Imperio no es únicamente extensión o influencia territorial. Y sin intentar definir lo que es Imperio, por aquello de evitar afrontar la dificultad que eso implica y para lo que no estamos ni de lejos preparados, vemos al menos dos maneras principales de entender la expansión de un pueblo digamos potente. Una sería Grecia, la otra Roma.

La expansión griega por el Mediterráneo estuvo basada principalmente en relaciones comerciales con lugares puntuales, muchos, todos ellos repartidos por la costa Mediterránea. Lugares siempre costeros porque en esencia el poder griego estaba en el mar y en su capacidad de «alimentar» a sus polis (ciudades-estado) a través de él.

Esas colonias, que se organizaban como ciudad-estado, estaban «asociadas», en general, a una polis griega principal, también ciudad-estado, que venía a hacer las veces de Metrópoli o Polis principal a la que se debían. Pero estaba claro que su objetivo no era la expansión territorial hacia el interior, sólo querían sus materias primas o sus productos elaborados. Con el «trapicheo», más o menos lustroso, les sobraba y les bastaba.

en rojo ciudades y colonias griegas, h. 350 a. C.  Fuente: wikipedia

Mientras, la expansión romana, tanto en su periodo republicano como imperial se fundamentó en replicar todas sus estructuras de poder (civil, comercial, religioso,…) y asentarse con el apoyo militar si era necesario (que lo era) allí donde hubiera intereses (materias primas, lugares estratégicos,…). Luego la cosa derivó y se convirtió en lo que se da por llamar romanización, que, resumiendo mucho, es la asimilación cultural que tenía lugar en regiones bajo la influencia de Roma que adoptaron sus instituciones, costumbres, organización social y su lengua.

Se puede entender la gran diferencia entre Roma y Grecia viendo la herencia (constructiva, cultural, legal, costumbres,…) que dejaron una y otra en los territorios en los que se asentó su expansión (impresionante la romana. Escasa la griega, desgraciadamente).

De Roma y expansión imperial no hace falta dar mucha información porque la Península Ibérica fue unos de los puntos claves de esa romanización y porque las cientos de películas sobre esa época nos facilitan entender qué supuso.

Máxima extensión del Imperio Romano (época de Trajano)

Y básicamente la misma romanización que hizo Roma en Hispania (y en el resto del Mediterráneo) hicimos los españoles en América con la hispanización.  Con el tiempo, sencillamente, llevamos a América todo lo que éramos. Lo bueno y lo malo, que también residía allí, pero multiplicado unas cuantas veces. La naturaleza humana es así. Ahora bien. Además de tecnología, cultura, moneda, conocimiento del medio, comunicaciones, etc. la mejora que incorporamos, y que es fundamental teniendo en cuenta lo temprano de esa época, es el cuerpo legislativo que se creó entonces para proteger a los indígenas y que supuso el origen de los que hoy conocemos los Derechos Humanos: Las leyes de Indias.

Y para aquellos que recelan de la importancia de esas leyes, solo deciros que ahora también hay leyes y eso no evita que haya asesinatos. Pero que las hubiera entonces y las trasladáramos a un nuevo continente en vez de sencillamente esclavizar al débil, es un salto de dimensiones colosales.  Una barrera social que hicimos trizas y que, comparando con la legislación y comportamiento de otros países, incluso siglos después, se ve claro como el agua clara el salto cualitativo que implicó. Y eso es mérito de que aquella España que hemos heredado.

Eso en el siglo XVI. Que luego en épocas tan tempranas como el año 1812 empezáramos a hablar ya de los españoles de ambos hemisferios, en nuestra primera Carta Magna igualando ante la ley a todos los españoles, peninsulares y americanos… Eso era sencillamente otro nivel… y para los ingleses del siglo XIX y de principios del siglo XX, ciencia ficción.

Por entonces Inglaterra, enfrascada como España contra Napoleón, se lamía aún las heridas por haber sido echada a patadas de América por Estados Unidos ayudados de manera fundamental por España, despidiéndose así de un proto-Imperio que no supieron desarrollar. Aún no había puesto sus zarpas en Australia (hacia 1850…), ni en India (hacia 1858), ni en Sudáfrica (hacia 1902). De hecho, en ningún otro lado de manera significativa…

Y decimos zarpas porque Inglaterra empeoró con creces (y nos quedamos muy, muy cortos) aquella manera griega de extenderse y comerciar de una forma razonablemente sostenible con otras tierras que tanto rédito dio entonces a los griegos y tanto crédito les dio a nuestros ojos a lo largo de la Historia como un pueblo próspero e inteligente.

Así que groso modo, se puede clasificar la expansión territorial de dos maneras:

Al estilo romano, centrado en replicar las estructuras de poder (provincias, virreinos, estados…), a nuestros ojos propiamente Imperio, y donde podríamos incluir a la misma Roma, a España, a Estados Unidos, a Rusia…

Al estilo griego, centrado en establecer colonias dependientes de una metrópolis o expansión colonial y donde podríamos agrupar a la propia Grecia, a Holanda y, claro, a Inglaterra…

El Camino Español

PD1: El caso de Portugal nos resulta paradigmático dado que sin duda tuvo y mantuvo su propio Imperio. Sin embargo buscó expandirse al estilo griego, pero con el tiempo mantuvo comportamientos que ahondaban en el estilo romano, tal vez influenciados por la monarquía española, tal vez no, pero eso provocó consolidarse como un Imperio.

PD2: El imperio Mongol, el Califato Omeya, los diferentes Imperios chinos… luego el Imperio Francés, el italiano, el belga,… no parece que a todo lo que llaman «imperio» sea realmente un Imperio (al estilo romano) y dejen la misma herencia allí donde se asentaron, la verdad… ¿Alguien los ha clasificado alguna vez?

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