Día 9: Santans – Port-sur-Saône

Menos 25 grados. Ese es el motivo. Los inviernos por esta zona son muy duros. Cerca de Ounans hay un pueblo al que llaman la siberia francesa. El pueblo mas frío de Francia. Los techos altos son para almacenar la paja seca y así hacer de aislante, además de alimentar a los animales. Giselle, la dueña, nos atendió de fábula, incluso nos hizo un excelente brioche.

Descansados y desayunados hemos iniciado la ruta hacia el bosque de Chaux. Mas de 10 km de bosque que pasan en un suspiro por el buen ritmo que llevamos. Hoy la etapa son 104 km, así que no tenemos mucho margen. Y siempre hay cosas que se complican.

Después del bosque, hemos pasado por Rans como una exhalación en dirección a Marnay, donde hemos llegado a la 1. Justo a tiempo para comer.

Después de nueve días, ya llevamos acumulados algunas comidas en bares de Francia e Italia y os podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que los típicos clientes fijos de bar con mirada un tanto perdida y sonrisa perenne por el consumo tal vez excesivo de alcohol no sólo están en España. Por aquí también los cultivan.

Los pueblos están en su mayoría bien cuidados. Si que hay casas destartaladas y con matorrales de metro, pero la inmensa mayoría están bien conservadas y puestas con gusto. Por otra parte, la comida Francia es muy buena y variada. Suele haber un menú del día , pero con un solo plato principal que suele ser carne o pescado y con  acompañamiento. Lo raro es entender lo que te están diciendo que te vas a comer, pero por lo demás, es difícil comer mal. El menú de hoy con entrante, pollo con pasta y tarta de manzana ha costado unos 12 euros, bebida a parte.

De Marnay hemos salido para Gy donde hemos sellado el certificado en una boulangerie (panadería). Porque todo lo demás estaba cerrado. También la oficina de turismo que, claro, los sábados, abre de 10 a 12 que es, parece ser, cuando los turistas hacen cola para entrar. Eso si, los días entre semana abren mañana y tarde. Habrase visto…

Está ruta es excelente para conocer un poquito más de cerca lo que realmente es Francia y como son los franceses. Aquí hay gente corriente, gente de campo, sencilla, que guarda la esencia de lo que es realmente el país. También es cierto que aquí el inglés sirve para poco. Todo el mundo habla francés y sólo francés. A veces, te encuentras alguna sorpresa con gente que habla inglés, como los hay que hablan castellano, pero son la excepción.

De Gy a Grandvelle y ahí empezaron de nuevo los problemas. La ruta no estaba bien diseñada. Lo indicado para ir de Grandvelle a Port-sur-Saône (que era la opción mas recta) nos iba a retrasar porque pasaba entre bosque y pista de tierra. Para cuando nos dimos cuenta ya nos habíamos escorado a la izquierda. Recular era mala opción, así que seguimos adelante en dirección a Vesoul. Mas trafico, mas peligro. Y ademas mas vuelta. Este ultimo tramo ha sido duro. Para colmo, como no hemos encontrado ninguna oficina de turismo abierta, no hemos podido reservar ningún alojamiento previamente. Así que estábamos a las 8, en destino, con casi todo cerrado, los dos fundidos y sin saber donde íbamos a dormir.

Después de preguntar y hacer que preguntaran, hemos cenado de fábula y sí, también dormimos bajo techo. Y qué techo … El nombre del sitio empieza por ‘chateau’, castillo en francés, no os digo más…

DLopezR