Día 2: Pavía – Asti

A estas alturas es muy posible que sepáis que no estoy solo en esta aventura, aunque en este caso es que realmente no voy solo. Me acompaña en esta aventura-locura (aunque cada vez tiene menos de locura y mas aventura) Luis Angel. Un muy buen amigo mio que me dijo que él se apuntaba. Yo encantado la verdad, para que os voy a decir otra cosa. Con personas como el se puede ir al fin del mundo… y volver.

Así que, en muchas de las fotos o vídeos que podéis ver, está él. Solo añadir, que a mis ojos, que haga esta ruta, tiene todo el merito del mundo. Me guardo los motivos por los que lo pienso, pero estoy seguro de que es así.  De ahí mi agradecimiento publico, Luis Angel, pedalear en tu compañía hace que esta locura se haya convertido en una verdadera  aventura.

Equipo-Camino-Español

Dicho esto vamos al día de hoy, que ha de enlazar con el de ayer, puesto que fue cuando conocimos a Luca y Alicce (espero escribirlo bien), que trabajan en el hotel Aurora de Pavía, donde nos alojamos (buen hotel, con servicio muy atento y también buena calidad-precio). Nos ayudaron todo lo que estuvo en su mano con algunas cosas que les pedimos (guardar las bicis, descargar fotos… ). En el hotel conocimos también a Tom Pavia (23 años). Neoyorquino, profesor de ingles que trabaja en Italia que la esta recorriendo en bici y que tenia la intención de venir a Asti. Luego se desviaba al sur en dirección a la Toscana.

Dada la coincidencia de etapa, hicimos el recorrido juntos. Mejor! puesto que tres se ven mas que dos y buena parte del recorrido iba a ser por carretera.

La salida de Pavía ha sido espectacular. Hemos seguido buena parte en paralelo al río Ticino entre campos de cultivo y arbolados/arboledas. Magnifico, de veras. Por esos caminos hemos recorrido al menos 15 kilómetros hasta llevar a pista asfaltada y luego, mas adelante, carretera nacional.

Ha ido todo tan a pedir de boca que parece mentira. Teníamos algunos problemas técnicos: un cambio que no acababa de funcionar, las ruedas no tenían, ni por asomo, la presión adecuada y mi manillar estaba flojo por un tornillo que estaba pasado de rosca… Y que aparece en Voghera? Un Decathlon!!!

Todo resuelto de un plumazo!

Seguimos camino y cuando aprieta el sol y el hambre ¿Que aparece en Tortona? Un McDonald’s!!! El americano, contento, nosotros contentos y la comida barata y rápida. No hay tiempo que perder que todavía faltan unos 60 km y ya era la 1.

En Alessandria, visita obligada a la iglesia de la virgen de Montserrat, único vestigio de la época española en la ciudad. Foto de rigor pero con gusto con la bandera de España antigua (cruz de borgoña) y la de España.

Virgen-Monserrat-Estapa2-Camino-Español

Hemos seguido ruta muy atentos a los coches.  El tema merece mención aparte y un poco (bastante) de reflexión por parte de los italianos y de sus autoridades, puesto que son muchos, pero muchos, los que no respetan la distancia de 1,5 metros, ni adecuan la velocidad.

Total. Hemos llegado a Felizziano y a partir de ahí, la ruta ha sido un placer. Con ya pocos coches (eran las 18:30) el sol de media tarde, hemos disfrutado de unas vistas de excepción, de campos de trigo de todas las tonalidades entre el verde y el amarillo, con frondosas arboledas que salpicaban el terreno y que se perdían en la distancia. Las primeras estribaciones montañosas se han presentado ya, anunciando lo que estar por venir: los Alpes.

Hemos llegado a Asti, con las piernas cansadas y el trasero dolorido (que cortas se quedan a veces las palabras) pero nada que se pudiera comparar al hambre voraz que se había despertado. Ducha rápida, una vez llegados al B&B (muy bien, por cierto). Y zumbando a cenar donde hemos disfrutado (si, disfrutado) con una pizza excelente, un plato de espagueti a la carbonara de órdago, regados ambos con dos cervezas, y de postre un helado generoso. Hemos vuelto al B&B rodando, no os digo mas.

Cena-Etapa2-Camino-Español

Ahora, ya quemando los últimos cartuchos, hacemos planes para mañana. Tontería, al fin y al cabo, porque ninguno de los dos es capaz de mantener una conversación coherente (menos de lo habitual, quiero decir) y hace ya rato que estamos con la risa floja del cansancio.

DLopezR

5 comentarios en “Día 2: Pavía – Asti”

  1. Preciosa aventura la que habéis emprendido. Bien me hubiera gustado participar en ella. Como no ha podido ser, os animo a seguir y a disfrutarla. Saludos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio