Día 13: Visita embajada española en Luxemburgo

Sabemos que os debemos ya varios días. Las etapas son duras y no dejan mucho margen para escribir. Ayer sin ir mas lejos, sencillamente, me dormí mientra escribía los apuntes del día para luego escribir el post. Al rato me despertó alguien que entró en la habitación (ya explicaré… dormimos en una habitación compartida)

Hoy, sin embargo, nos gustaría explicaros la singular experiencia de departir con un embajador y con su ‘conseiller’. Ellos son las personas principales que junto con el resto del equipo de la embajada dan respuesta a las necesidades de España de estar representado en Luxemburgo.

Vaya por delante el agradecimiento a Sergio, el conseiller, por querer conocer nuestra historia de primera mano, y también al señor embajador, por sumarse de ‘motu proprio’, a la charla que hemos mantenido.

La conversación ha sido amena y entretenida. Tanto es así que yo diría que hemos estado mas de una hora, que ha pasado volando, en la que hemos tratado diversos temas yendo de uno a otro de manera fluida. Hemos hablado de estos días de esfuerzo encima de la bici, de la parte histórica del camino español (de la que estaban ambos muy puestos), también hemos tocado aspectos relacionados con la manera de ser de los habitantes de los  por las que hemos pasado, de gastronomía y ¡como no! de fútbol… y en particular de la final entre España y Holanda (proyección futbolística actual de aquel siglo XVI… Aunque con otro resultado)

Ellos también nos han explicado algunos de sus proyectos relacionados con la representación y dar a conocer España en Luxemburgo. Particularmente la publicación de escritos relacionados con el Luxemburgo español que hay en el Archivo de Simancas.

El ambiente ha sido acogedor. Un salón con grandes ventanales por donde entraba generosa la luz que hoy, caso raro parece, regalaba el sol luxemburgués. Suelo de parqué, con cortinas verde oscuro, pero no mucho, hasta el suelo. En la pared contraria a la cristalera, una alacena con sendos cuadros a sus lados y en el centro de la estancia una gran alfombra, sobre ella una mesa de café y alrededor de ésta un sofá (donde estaba el Sergio el conseiller) y dos sillones a un lado (Luis Angel y yo)  y uno al otro (el embajador). Siendo todo el mobiliario de estilo clásico. Para haceros una idea, tal vez os sirva.

La charlas parecen siempre mas amenas y en confianza ante una café, que tampoco ha faltado en esta ocasión. Las experiencias del embajador en otros destinos anteriores, como Sudáfrica, nos hacen volar un poco la imaginación pensando en lo interesante que es tener una vida así, (los sacrificios antes de llegar a serlo y una vez eres embajador, solo lo sabe ellos, pero una ligera idea si que podemos hacernos). Nos ha mostrado su ultima adquisición: un plano de la Luxemburgo de la época española, Y también nos ha contado, con sonrisa un tanto guasona, los pequeños y amistosos rifirrafes que tiene con colegas suyos sobre la Belgica y la Holanda española.

Hemos hablado del Camino español, lógicamente, y sobre lo interesante que les resultaba la tarea que estamos llevando a cabo. Para que os voy  a negar que nos ha hecho que nos sintamos orgullosos. También, derivado de su conocimiento del Ducado, nos han dado datos interesantes informaciones sobre Luxemburgo de los que escribiremos en otra ocasión. Para terminar, les hemos obsequiado con unas cintas de las Virgen del Pilar y unas camisetas de la expedición. En todo caso, ha sido una muy bonita experiencia que tal vez podamos repetir otro año, en que partiendo de Milán, hagamos etapa en Luxemburgo, mientras recorremos El Camino Español.

DLopezR