Forjando un Imperio (I): Diplomacia, Defensa y la Plata de América

Los territorios que comprendían La Monarquía Española tenían dos grandes nexos que les daban coherencia: una misma dinastía reinante y un mismo credo religioso. Esa Dinastía tenía dos funciones esenciales que concernían a todos los Estados: La Diplomacia y la Defensa de los territorios que la componían.

En esas dos palabras, Diplomacia y Defensa, se concentran muchas de las razones por las que la plata de América financió la evolución de Europa del siglo XVI y XVII. Y es que como todos intuimos, porque la pagamos con nuestros impuestos: la paz es cara (aunque la guerra mucho, muchísimo más. Infinitamente…).

La Monarquía Católica tenía que invertir un buen montón de dinero dentro de los Estados de Europa con el objetivo de tener la estabilidad suficiente para gobernar unos territorios propios tan bastos que resultaba mareante sólo de pensarlo. Así, para garantizar la seguridad interior era necesario (antes igual que ahora) tener cierta seguridad exterior. Y eso se conseguía tejiendo una red de Estados afines y aliados que te ayudaran en esa labor de mantener la paz. Esa red, la tejía la Monarquía Hispánica con trabajo, siendo un aliado serio, garantizando protección desde su posición de Potencia, sin veleidades y con reputación. Pero había que mantener las voluntades afines convenientemente alimentadas porque los otros también movían sus hilos.

Europa de Felipe IISi la Monarquía utilizaba bien sus cartas y el Estado en cuestión veía en ella un protector, obtenías un Estado afín (Lorena, por ejemplo, que veía en España una garantía ante la amenaza francesa). Por otra parte el Rey estaba en condiciones de ofrecer muchas ventajas aquellos que se convirtieran en aliados estratégicos. Es el caso de Génova que se convirtió en la potencia marítima del Mediterráneo durante un siglo de la mano de España (el Siglo de Oro de Génova). Tanto en un caso como en el otro, mantener ese tipo de influencias en concepto ‘Diplomacia’ costaba al Rey mucho, mucho dinero.

Si por el contrario, eras visto como un riesgo, bien por ti mismo (como Francia nos miraba), bien por los aliados que tenías (caso de Venecia con Génova, ya que eran competidores en el Mediterráneo) pues ya sabías que eso también te iba a costar dinero pero en concepto de ‘Defensa’ para proteger las fronteras con esos Estados. Fortalezas, soldados, avituallamientos, mantenimientos y mejoras… En cualquier caso, también mucho, mucho dinero.

Y si tus territorios son el Reino de Nápoles, Milán, Estado de Presidios, Franco-Condado, Países Bajos y la propia España con las Indias, las cifras para gestionar la seguridad de tantos kilómetros de fronteras en tiempo de paz no caben en un Excel cualquiera.

Pero claro, las ventajas de seguir ese camino era claras: con estabilidad exterior facilitabas una estabilidad interior como base para que la Monarquía Hispánica, que se desplegaba en cuatro continentes (entre ellos uno «nuevo», muy grande y con muchos productos novedosos), fomentara el desarrollo del comercio (una visión global de las cosas que ahora nos puede parece normal pero entonces era absolutamente revolucionaria). Un comercio de los que todos lo territorios dentro del club formaban parte. Ese comercio, además de mejorar la vida de la gente, generaba para el rey unos pingües beneficios que engrosaba sus arcas para poder seguir invirtiendo en Diplomacia o Defensa pero, en todo caso, en influencia.

Y sí, mucha plata que venía de América servía para pagar los créditos que antes el soberano había gastado para una cosa o para la otra. Así, por ejemplo, Carlos I hipotecó a banqueros alemanes sus rentas para coronarse como Emperador (concepto ‘Diplomacia’) y Felipe II construyó fortalezas en lo que se conoce como Estado de los Reales Presidios, perteneciente a la corona española y enclavada en la costa toscana, para proteger el comercio en el Mediterráneo (concepto ‘Defensa’). Son dos ejemplos, pero hay muchísimos más a lo largo de los dos siglos que la Monarquía Hispánica tuvo territorios en Centro-Europa.

Forte Longone – Estado de Presidios  – Corona Española (XVI-XVIII) Actual Toscana

Con la plata que, durante dos siglos, inundó Europa de la mano del Rey de España se hicieron palacios, muchas iglesias y muchas fortalezas,… miles de construcciones que requerían de mano de obra (mano de obra que, con los sueldos recibidos, alimentaron a millones de personas). Se abrían rutas, como el Camino Español, para comunicar territorios, facilitando la mezcla de ideas que hacían prosperar el conocimiento. Se buscaban con ahínco a los mejores artistas y arquitectos, se abrazaban las nuevas tendencias y así se reafirmaba el Renacimiento para luego dar paso al Barroco… mucho de eso hoy podéis visitarlo aunque esté repartido por Europa (Bueno, en realidad eso podría ser un aliciente para viajar y ver el nivel de influencia que alcanzó la Monarquía española).

Todo eso, decíamos, se hizo en buena parte con plata de América. Ese quinto real, propiedad del Rey de España, que transportaron en sus bodegas nuestros poderosos galeones. Plata extraída de las minas de América. Esas en las que en UN AÑO (el 2011) se obtuvieron 11.000 toneladas. La misma cantidad que durante 120 años de la época española*.

Y perdonen ustedes el acomodo, pero las universidades, los colegios, las ciudades, la cultura, las comunicaciones, la conexión con el mundo conocido y que en tres siglos se alcanzara en aquellas tierras americanas una situación que en Europa nos costó como mínimo veinte… eso,… eso, señores míos, no tiene precio.

El Camino Español

La plata extraída de América durante 120 años (de 1530 y 1650) años ascendió a 11.600 toneladas
La plata extraída de México, Peru, Chile, Bolivia durante el año 2011 ascendió a 11.250 toneladas

https://es.wikipedia.org/wiki/Plata
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_de_los_precios

3 comentarios en “Forjando un Imperio (I): Diplomacia, Defensa y la Plata de América”

  1. Pero esa cantidad es la plata extraida o la plata enviada a España en concepto de quinto real. Porque es muy distinto.

    1. caminoespanol

      Hola Dani, buena pregunta que no queda suficientemente aclarada en el texto. El dato es plata extraída y de ahí debía apartarse el quinto real que iba destinado a las competencias del Rey: Entre ellas Diplomacia y Defensa. Muchas gracias por tu aportación

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