
La batalla de Mons había sido un duro golpe para las intenciones de los Orange-Nassau. El ejército mercenario francés debía reforzar al ejército que lideraba Luis de Nassau que esperaba en Mons su llegada para avanzar sobre Bruselas y culminar el golpe de Estado. No siempre salen las cosas como uno quiere, debió pensar Guillermo de Orange…