El español que no ha estado en América no sabe lo que es España (VI)

Continuamos con otros cinco monumentos “huella española” asentados en el corazón del sur del Continente Americano. donde se crearon poblaciones y asentamientos integrando lo que llegaba de Europa, vía España, con lo oriundo de las tierra americanas. Y donde se lleva, no sin esfuerzo, evangelización y enseñanza y cultura con lo que eso ha significado siempre: Oportunidades.

Misiones jesuíticas guaraníes (Virreinato del Perú, ahora Argentina, Paraguay y Brasil)

Las misiones jesuíticas guaraníes o reducciones jesuíticas guaraníes (como la de la foto destacada que es la de las Ruinas de San Miguel) fueron un conjunto de treinta pueblos misioneros fundados a partir del siglo XVII por la Compañía de Jesús entre los aborígenes guaraníes y pueblos afines, que tenían como fin su educación y evangelización: Que “hubiese escuelas de doctrina y de leer y escribir en todos los lugares de indios“, dictaron los reyes de España.

En todas las reducciones funcionaron escuelas de primera enseñanza, donde los varones de seis a doce años aprendían a leer, escribir y hacer operaciones matemáticas elementales. Las niñas de la misma edad tenían escuelas separadas donde aprendían a leer, escribir, hilar y cocinar por lo que la formación de las mujeres menores fue un punto importante en la organización educativa de estos pueblos guaraníes.

El castellano se enseñaba en las escuelas consiguiendo así un vehículo de comunicación común en todo el territorios de la Monarquía española. Los jesuitas hablaban correctamente el guaraní, utilizando la lengua como el mejor medio para llegar a los naturales. Incluso se publicaron libros en guaraní de gramática, catecismo, manuales de oraciones y hasta un diccionario.

Las misiones se ubicaron geográficamente -quince- en las actuales provincias de Misiones y Corrientes, en Argentina, -ocho- en el Paraguay y -las siete restantes- en las denominadas Misiones Orientales, situadas al suroeste del Brasil. Todas ellas estaban por entonces en la jurisdicción llamada Provincia Paraguaria, situada en Virreinato del Perú y que abarcaba regiones de los actuales Paraguay, Argentina, Uruguay y partes de Bolivia, Brasil y Chile.

Manzana Jesuítica y Estancias de Córdoba (Virreinato del Perú, actual Argentina)

Plaza Manzana Jesuítica, Córdoba

Las Estancias Jesuíticas fueron antiguos establecimientos agropecuarios construidos a principios del siglo XVII, diseñados y administrados por los Padres de dicha orden, ubicados en la actual provincia de Córdoba, Argentina. Los conjuntos arquitectónicos de cada establecimiento, sumados a la Manzana Jesuítica de la ciudad de Córdoba, que fuera la sede religioso-administrativa de la Provincia Jesuítica del Paraguay, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por Unesco en el año 2000.
Los jesuitas abrieron seis estancias en la provincia de Córdoba, llamadas Caroya, Jesús María, Santa Catalina, Alta Gracia, La Candelaria y San Ignacio.

También pertenece al conjunto la Manzana Jesuítica de Córdoba, donde se encuentran La Universidad Nacional de Córdoba (la 4ª más antigua de América, fundada en 1613), el Colegio Nacional de Monserrat que todavía funciona, la sede del antiguo rectorado de la Universidad de Córdoba convertido en museo, la Biblioteca Mayor de la Universidad Nacional de Córdoba, la Residencia, la Capilla Doméstica y la Iglesia de la Compañía de Jesús que aún hoy ofrece misa y es una de las iglesias más importantes de la ciudad.

Ciudad de Potosí (Virreinato del Perú, actual Bolivia)

Casa Real de Moneda de Potosí, 1572

Situada a los pies del Cerro Rico (Sumaj Orcko) a más de 4,000 m de altura (lo que confiere a sus alrededores un aspecto desértico) su historia está estrechamente ligada a la extracción y tratamiento de plata. En 1650, Potosí era una de las ciudades más pobladas del mundo (se estima en unos 160,000 habitantes), por la abundancia de trabajo que generaba el imponente Cerro Rico de Potosí que albergó en su interior vetas de plata cerca de superficie.

Esta ciudad permanece intacta en el siglo XXI, no sólo en su arquitectura, sino también en lo que significa la presencia de las culturas originarias; en su paisaje se destaca el imponente Cerro Rico en combinación con el conjunto de edificios, iglesias y torres con cubiertas características de la época española. En 1987, Potosí fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad;

Su patrimonio arquitectónico está representado por numerosas construcciones españolas como la Catedral de Potosí, de estilo gótico; la Casa de la Moneda, Renacentista, la cual conserva importantes archivos y constituye uno de los edificios civiles más destacados de América Hispana. Otro de los símbolos de la ciudad es la Torre de la Compañía, un convento religioso del siglo XVIII, que refleja el máximo esplendor de Potosí, su edificación se concibió como un arco del triunfo con cinco aberturas, treinta y dos columnas salomónicas y tres cúpulas de media naranja. Es una ostensible expresión de la espiritualidad de la época.

¡Vale un Potosí!, frase que estaba en boga en la Europa del siglo XVI, tiene origen en la Villa Imperial de Potosí y perdura hasta nuestros días gracias a sus monumentos, museos y edificios.

Misiones jesuíticas de Chiquitos (Virreinato del Perú, actual Bolivia)

Misión Jesuítica de San José, Chiquitos

Al igual que las misiones jesuíticas guaraníes indicadas más arriba, los jesuitas en trabajo conjunto con la propia Monarquía hispana llevaron la evangelización y la enseñanza hasta el centro mismo del Suramérica. Aún con las evidentes dificultades que tenía el acceso hasta lugares tan remotos para el siglo XVII.

Fue a finales del siglo XVII cuando comenzó la creación de las misiones jesuitas en Chiquitos, Virreinato del Perú, y se contabilizaron 11 reducciones que llevaron hasta allí no solo evangelización, sino también cultura. La música renacentista y barroca se interpretó en aquellos parajes tan lejanos de la Europa donde había nacido también de la mano de los propios indígenas. Y es que los misioneros incentivaron a los lugareños a desarrollar sus habilidades en la agricultura y ganadería, fomentando las artes manuales como el tejido, orfebrería, herrería, carpintería, escultura y pintura y también la construcción de instrumentos musicales.

Las «Misiones jesuíticas del Chiquitos» fueron declaradas en 1990 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Señala la Unesco que, entre 1696 y 1760, seis conjuntos de reducciones (asentamientos de indios cristianizados) inspirados por las ciudades ideales de los filósofos del siglo XVI, fueron fundadas por los jesuitas en un estilo que aunaba la arquitectura católica con las tradiciones locales. Las seis que quedan (San Francisco Javier, Concepción, Santa Ana, San Miguel, San Rafael y San José) son un patrimonio vivo.

Ciudad histórica de Sucre (Virreinato del Perú, Bolivia)

Ciudad Histórica de Sucre

Fundada por los españoles en la primera mitad del siglo XVI, Sucre fue la primera capital de Bolivia. Cuenta con numerosas iglesias bien conservadas de esa época –por ejemplo, las de San Lízaro, San Francisco y Santo Domingo– que ilustran la mezcla de las tradiciones arquitectónicos locales con los estilos importados de España.

La ciudad fue también conocida como Choquechaca (nombre originario del pueblo charca, hasta 1538), luego se le llamó La Plata (1538-1776, durante el Virreinato del Perú). Un nuevo cambio a Chuquisaca (1776-1825, durante el Virreinato del Río de la Plata), y finalmente Sucre (desde 1825, a partir de la República, en honor al militar Antonio José de Sucre). También tiene algunos sobrenombres muy apropiado como «La Ciudad Blanca», «la Vieja» o «la Culta». Su arquitectura hace gala del antiguo y elegante estilo peninsular español, que impregna la gran parte del casco antiguo de la ciudad.

La tienda de los tercios

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