¿Influencia española en Luxemburgo? es lo que pensé cuando leí por primera vez sobre lo que hoy escribo. Pues resulta que sí. Y mucha. La presencia en los órganos de poder de españoles en Luxemburgo se dilató durante muchos años, de la misma manera que muchos hombres provenientes de todo el Imperio tenían presencia en la gobernación de tan basto territorio.
Uno. El Palacio Gran Ducal
Se halla en el casco antiguo de la ciudad. La parte más importante del Palacio, desde el punto de vista artístico (desde la verja, en hierro forjado, del norte, a la puerta cochera al sur, donde se encuentra actualmente la entrada principal del Palacio) data del siglo XVI, es la más antigua y sin duda la más hermosa. Su arquitectura está inspirada en el Renacimiento español con reminiscencias flamencas.
Esta parte fue construida de 1572 a 1573 por orden de Pierre Ernest de Mansfeld, leal súbdito de Carlos V y Felipe II, que desde 1545 hasta 1604 fue Gobernador del Ducado de Luxemburgo, ejerciendo como Jefe de las tropas de la guarnición y como Presidente del Consejo Provincial (máxima autoridad administrativa y jurídica).
Dos. Catedral de Luxemburgo
El Gobernador Mansfeld es también protagonista de otra muestra de la presencia española en Luxemburgo al impulsar una escuela de Jesuitas en Luxemburgo. El éxito de la escuela fue tal que rápidamente las instalaciones iniciales crecieron hasta convertirse en un colegio que se empieza a construir el 1603. El colegio Jesuita necesitaba una iglesia. Aquella iglesia es la actual Catedral de Luxemburgo. Construida también en la época española, entre 1613 y 1618, es de estilo gótico aunque posee algunos elementos renacentistas.
Tres. La Plaza de Armas
De La Plaza de Armas sale una de las calles llamada «Avenida de Monterey». En la placa que indica la calle también se lee: «Gobernador General de los Países Bajos 1667-1675». Fue Don Juan Domingo de Zuñiga y Fonseca, Conde de Monterrey, bajo cuyo mandato fue terminada la Plaza de Armas. La primera bocacalle siguiendo por la «Avenida de Monterey» nos encontramos con una calle en honor al Rey Felipe II. El letrero pone Rue Philippe II, sin más.
Cuatro. Las Casamatas del Pétrusse
Son, probablemente, el principal atractivo turístico de Luxemburgo. Son unos pasadizos construidos por los españoles desde 1674 para poder defender la ciudad. Los pasadizos fueron construidos sobre roca. Estas impresionantes estructuras fueron construidas con el fin de permitir el movimiento de tropas militares de manera discreta pero sobre todo de forma sorpresiva. El Bastión Beck también fue construido por españoles en 1644.
Nosotros sin saberlo… y ellos, casi seguro, tampoco.
PD: «en diez años los franceses construyeron más que los españoles en un siglo» son palabras de un historiador contemporáneo, según indica Antonio Bermejo, a lo que él mismo añade: «Se refiere en especial a los grandes cuarteles que levantaron para sus guarniciones. Es de suponer que tuvieron bastante trabajo en reconstruir la ciudad que acababan de arrasar, porque antes de ser constructores fueron capaces de arrasar en dos meses lo que los españoles supieron conservar durante siglos» (1)
(1) «Recuerdos españoles en Flandes», Antonio Bermejo Herreros