El virus de la Leyenda Negra crece en… España, con la Vanguardia.

El texto se inicia así…»Un estudio desmiente el mito de que los flamencos con el cabello y la piel oscuros sean descendientes de los Tercios españoles que participaron en la guerra de los Ochenta Años». La primera en la frente porque la guerra de los 80 años no fue una única guerra y no duró 80 años. Mal empezamos pero, para que no nos llamen tiquis-miquis, seguimos. Aún así el contador de la Leyenda Negra empieza a sumar.

Pasamos por alto la introducción que hace la Vanguardia, que no hay por donde cogerla y es entera para saltársela, porque ahonda en la Leyenda Negra sin gracia ninguna. Pero seguimos leyendo, no sea que nos digan que vamos demasiado al detalle.

El texto avanza y se centra en ciertas ciudades. Como seguimos sin verlo claro nos vamos a la fuente. La segunda en la frente: El link al estudio no funciona. Así que nos ponemos buscar la fuente original sobre la que se basa el texto de La Vanguardia. Después de indagar vemos que «artículo» original viene de la agencia EFE y que también ha publicado en términos parecidos el ABC. De ahí trazamos nuevas búsquedas que nos llevan a… atención…

«The black legend on the Spanish presence in the low countries: Verifying shared beliefs on genetic ancestry.«

Aquí es donde ya lo flipamos.

Básicamente expertos en genética se hacen la picha un lío con la Historia (y eso que cuentan en el equipo con alguien de la Facultad de Arte (¿?) de la Universidad de Lovaina). Y se hacen un lío porque basan la motivación del estudio en «Las atrocidades de guerra cometidas por el ejército español…«.

Es decir, de la presencia continuada de españoles durante dos siglos en Flandes (que recordemos compartía soberano con España) no se puede extraer nada interesante. Pero lo que sí está claro es que, de lo que ocurrió concretamente en Malinas (1572), Aalst (1576), Amberes (1576) o Zichem (1578), se puede concluir que no hay rastro genético español. Nivelazo total.

«Para el estudio, liderado por la Universidad Católica de Leuven, se tomaron muestras de 1.300 varones holandeses y flamencos cuyos antepasados vivían en Malinas, Aalst, Amberes o Zichem antes del año 1700»

Pues bien, por entrar en faena…

· Malinas 1572. Sufrió un un saco de tres días controlado por el Duque de Alba, que estaba allí físicamente. La ciudad ayudó al ejército mercenario alemán del Clan Orange-Nassau en su Segunda Invasión a Flandes. Alba, como medida «ejemplarizante» lo permitió (y también para pagar a sus soldados porque la Reina Virgen inglesa había robado las pagas de los Tercios). Los Tercios pagaban con la vida las violaciones y, recordemos, el Duque de Alba no se andaba con chiquitas tampoco con los suyos (en 1567 ahorcó a un soldado por robar un animal en el primer Camino Español).

· En Alost (Aalst) en 1576 no hubo saco. Los soldados de los Tercios se amotinaron ordenadamente (por cierto, son ellos los que inventan las ‘huelgas’ aunque le llamaran motín), eligieron nuevos jefes fuera de la obediencia del Rey y se ubicaron en Alost, obligando a la población a alimentarlos y darles cobijo. Que los Tercios estuvieran amotinados no significa que no tuvieran disciplina. De hecho, se comportaron como verdaderos héroes al ayudar en lo que ocurrió en Amberes en 1576… que viene a continuación.

· En Amberes, en 1576, hubo una batalla urbana, no un ‘saco’. No es en absoluto lo mismo. Tanto es así que los de Alost, aún amotinados, fueron a ayudar a Amberes a los soldados de los Tercios sitiados (la relación era 20.000 protestantes contra 3.000 españoles). Luego la cosa se fue de las manos…

· En Zichem (1578), Alejandro Farnesio como Gobernador en nombre de Felipe II, ha de recuperar el territorio usurpado por Guillermo de Orange. Zichem tiene una fortaleza guarecida por soldados. Al no rendirse, es atacada. El resultado en estas situaciones es de todos conocido, si te resistes y pierdes, hay saco. Esa es la condición de un saco. Los soldados, los de uno y otro bando, deben cobrar. Era la ley de la guerra. En todo caso y sin querer desmerecer, Zichem era un población muy, muy, muy menor.

Así que si de cuatro ciudades, en dos no hubo saco ( y que hubiera ‘saco’ no implica directamente que hubiera violaciones…) ¿Quién cojones ha seleccionado las ciudades?

Por contra, en realidad, sería sencillo encontrar genética española. Al fin y al cabo dos siglos de intercambio da para mucho, y los españoles y las flamencas tuvieron oportunidades más que sobradas de llevar a buen puerto buenas «relaciones internacionales»:

Un claro ejemplo de esa mezcla es la heroína holandesa por excelencia enamorada hasta las trancas de un militar español: Francisco Valdez. Un soldado de los Tercios. Magdalena Moons, equiparable a nuestra Agustina de Aragón o María Pita para los holandeses, quedó rendida al encanto español. Si quieres leer un poco más haz click aquí.

Otro ejemplo lo podéis encontrar en la población de Nivelles, muy cerca de Bruselas. En ella hay en la actualidad un barrio, llamado de Santiago (como no podía ser de otra manera) que originalmente fue construido por los soldados españoles que protegían la ciudad. Aún podéis encontrar casas de antes del siglo XVII. Es un barrio pequeñito con mucho encanto. Ya me diréis vosotros con quien se casaban los soldados españoles. Ese es un buen sitio para encontrar huella genética española.

Y como esas situaciones ocurrieron a miles en el Flandes del siglo XVI y XVII.  Porque Flandes compartió con España reyes durante dos siglos, y por lo tanto, comercio, intereses, fe, enemigos y destino. Y más siendo los españoles como éramos entonces (y de los que somos herederos) gente de frontera que se adaptaba a todos los climas, a todos los terrenos, a todas las circunstancias… y a todas las damas.

La Vanguardia repite sin criterio lo que los expertos genetistas puedan saber de historia: “Las atrocidades de guerra cometidas por el ejército español en los Países Bajos están tan arraigadas en la memoria colectiva de las sociedades belgas y holandesas que generalmente asumen que esta historia está presente en sus ancestros genéticos”, apuntan los autores del estudio que para más INRI se ha publicado en la revista American Journal of Physical Anthropology (eso dicen, a día de hoy no funciona el enlace).

La empanada mental que tienen los flamencos y holandeses con su historia nos causa estupor y tristeza. Es lo que pasa cuando dejas la Historia en manos de políticos (le ocurrió a Bélgica en el siglo XIX y a Holanda desde sus inicios. En ello siguen ambos). Así su historia real no casa con la «historia oficial» que se han querido creer a pies juntillas flamencos y holandeses (en España tenemos un caso clavadito con Tractorlandia, que como bien sabéis está en Cataluña).

A nosotros nos la trae al pairo si tienen genes españoles o no, aunque para ellos sea liberador no ser herederos de españoles (a costa de seguir expandiendo el virus de la Leyenda Negra). Mal no les vendría tener genes de los Tercios Españoles, el nervio de la guerra, pero en este momento solo nos viene a la cabeza que este estudio es un manera muy estúpida de tirar el dinero de los contribuyentes. Y puestos a aprovecharlo mejor, tal vez deberían utilizarlo paliando y reparando la triste herencia que dejaron los flamencos en el que fue el Congo Belga.

El Camino Español

2 comentarios en “El virus de la Leyenda Negra crece en… España, con la Vanguardia.”

  1. No deja de ser la opinión del diario de una comunidad autónoma,la catalana,en donde un sector de la población se cree mejor que el resto de los españoles simplemente por el mismo motivo que los ingleses llevan creyéndoselo desde hace cientos de años.Un complejo de inferioridad y una envidia de tres pares.

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