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Calderón de la Barca, escritor genial y soldado de los Tercios, hizo el Camino Español

Vaya por delante que no estamos en disposición de demostrar, por ahora, que Calderón de la Barca hizo el Camino Español. Ahora bien, también es cierto que, si bien no podemos afirmarlo con total rotundidad, sí que podemos decir que por los textos consultados hay muchas más pruebas a favor que pruebas que lo desmientan.

Ahora vamos con ello, pero dejadme que os diga que el hecho de que uno de los máximos exponentes de los Siglos de Oro de literatura española hiciera esta ruta, además del subidón que nos daría a nosotros porque entraría de formar parte del elenco de personajes que la hicieron, es una muestra de primer nivel del flujo e intercambio de personas, ideas y cultura que es la razón esencial por la que trabajamos incansablemente para que El Camino Español sea Itinerario Cultural Europeo.

Dicho esto,

Ángel Valbuena Prat, el experto en el teatro español de los Siglos de Oro, afirmaba que: «Cada vez me inclino más a creer en la posibilidad de la intervención de Calderón en las guerras de Flandes, sobre todo teniendo en cuenta el valor histórico, hasta en los detalles, de su comedia El sitio de Bredá.»

De hecho Juan de Vera Tassis, dramaturgo, editor y biógrafo de Calderón de la Barca, en su «Fama, vida y escritos de don Pedro Calderón»,  escrito en 1682, da por cierto que nuestro protagonista estuvo en Milán y luego en Flandes. Las palabras son estas:

«El [año] de 25 passò por su natural inclinacion à servir à fu Magestad al Estado de Milán y despues à los de Flandes en noble exercicio supo hermanar con excelencia las armas con las letras invencion muy en lisonja de ellas pues ciñendo la espada al lado honrò su cabeza con las plumas.»

Con dos botones de muestra, suficiente.

A partir de ahí hemos ido tirando del hilo y hemos dado con otros estudios interesantes que una y otra vez daban datos convincentes de la presencia del escritor en tierras flamencas.  La pregunta que nos surgió entonces, dando por cierto la presencia de Calderón en Flandes, fue la de: Y entonces si estuvo ¿Cuándo fue?

Si atendemos al hecho de que estuvo en el Sitio de Bredá, como llama Calderón a la ciudad, pues hay que situar cronológicamente ese hecho (archiconocido a través del cuadro de Velázquez).  Con unas sencillas consultas se puede comprobar que, entre agosto de 1624 y junio del año siguiente, durante diez largos meses, Breda (hoy ubicada en los Países Bajos) fue sitiada por Ambrosio de Espínola (genovés al servicio de la Monarquía de España), hasta que Justino Nassau (su defensor holandés) la rindió.

No entramos en los motivos que llevaron a Espínola a sitiarla, ni lo que significó su rendición. Sencillamente queremos ubicar a Calderón en un lugar, Breda, y en un periodo concreto del tiempo: 10 meses entre 1624-1625. También sabemos que partió de Milán, con lo que, a todas luces, hizo el Camino Español. Sigamos.

Vamos a consultar al buen Geoffrey y su «Ejército de Flandes y el Camino Español» (estupenda obra de la que extraer miles de datos y, en mi opinión, obviar la mayor parte de las interpretaciones y conjeturas que hace) la tabla de años (pág. 324) en los que los Tercios recorren el Camino Español. La información que arroja es clara, pero queremos encontrar una fuente que lo corrobore.

Buscamos en el PARES y encontramos un documento que nos da una pista clave . La «Relación sumaria del número de oficiales y soldados que han pasado de Milán a Flandes al mando de Juan Claros de Guzmán, marqués de Fuentes«. En esa relación nos dicen que:

«El incremento numérico de las tropas existentes en el Milanesado fue también evidente. En diciembre de 1620, meses después de uno de los envíos hacia Flandes, la infantería española e italiana ascendía a 13.919 hombres. En Abril de 1621 habla un total de 16.560 infantes y 1.892 soldados de caballería, lo que implicaba un nuevo aumento de los gastos militares del estado en relación con los años anteriores; el veedor Nicolás Cid calculaba que una paga de todo este ejército importaba un total de 124.239 escudos, y un simple socorro, 33.164. En noviembre de 1623, quedaban tan solo en el estados de Milán 5.857 infantes (4.519 españoles y 1338 italianos) y 1.564 soldados de caballería, pero hay que tener en cuenta que el mes anterior se habían enviado a Flandes un total de 7.251 hombres»

Es decir que desde, al menos de 1620 no se enviaban soldados a Flandes. Interesantísimo dato que corrobora G. Parker. Calderón de la Barca estaba por entonces en España, con lo que no pudo ir a Flandes porque no estaba en Milán. Obvio.

Parker vuelve a corroborar en su libro el dato indicado en la «Relación» de que Claros de Guzmán y su Tercio salió hacia Flandes en 1623. Si Parker está en lo cierto ya no hubo más Tercios por el Camino Español hasta 1631. No hay más opciones con lo que si Calderón pasó a Flandes y no lo hizo en 1620 ni en 1631, porque ya llegaba tarde para lo de Breda, pues lógico es pensar que lo hiciera 1623. Así que…

blanco y en botella. Si Calderón de la Barca estuvo en Flandes como soldado de los Tercios, y todo apunta a que así fue, recorrió el Camino Español en octubre de 1623 con el Tercio de Claros de Guzmán.

Es por esto por lo que esta cuarta expedición del Camino Español impulsada desde nuestra Asociación va dedicada a Calderón de la Barca y en general a todos aquellos soldados y escritores, que eran legión en los Tercios, que recorrieron los caminos de Europa llevando más allá de las armas, mentes inquietas, pluma y papel donde dejar escritas obras que ayudaron a consolidar aquellas décadas como los Siglos de Oro de la literatura española.

El Camino Español

Y que digo yo, que este dato que os voy a dar será un dato circunstancial, aunque sorprendente por la precisión y el conocimiento que implican, pero es que en el Sitio de Bredá, en uno de los párrafos más conocidos de la obra, Juan Claros de Guzmán, el Maestre de Campo de Calderón de la Barca en aquella época, sale nombrado:

«Estos son españoles, ahora puedo

hablar encareciendo estos soldados

Y sin temor; pues sufren á pié quedo

Con un semblante bien ó mal pagados.

Nunca la sombra vil vieron del miedo ,

Y aunque soberbios son , son reportados.

Todo lo sufren en cualquier asalto ,

Solo no sufren que les hablen alto.

En tres tercios su gente determina Divertirse,

y tres maestres se previene:

El uno es Don Francisco de Medina ,

Y Don Juan Claros de Guzman,

que tiene Sangre al fin de Guzman ;

y por divina Muestra de su valor ,

con ellos viene un capitán famoso,

un Don Fadrique Bazan ,

á quien la fama altar dedique.

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