El Camino Español 1595. Etapa 0: ¿por qué es bueno aprender a improvisar?

Improvisar es un arte. Y esta generalmente aceptado que a los españoles se nos da bastante bien. Para poder hacerlo con garantías hay que cumplir ciertos requisitos: atesorar ciertos conocimientos sobre el asunto a improvisar, es importante una experiencia previa relacionada, algo de espontaneidad, ser consciente de los recursos a tu alcance, arriesgarse y tal vez romper algún esquema preestablecido. Y es imprescindible tener un objetivo claro, …

Todo esto es para deciros que hemos tenido que improvisar…

Le llaman «quiste de baker», sin ánimo de ser científicamente exhaustivo, es un bultito que sale detrás de la rodilla y que no te deja pedalear con normalidad. El tratamiento recomendado es reposo así que no hubo más remedio que retrasar las fechas de la salida real (previstas para el 22 de junio).

Al mover las fechas, no hemos tenido otro remedio que acortar los días en ruta dejándolos en 9. Para los que penséis que el asunto queda descafeinado haceros participes de que nos quedan por recorrer  1000 kilómetros.

Teníamos previsto salir de Milán desde la Expo (ese 22 de junio) y lo hicimos pero fue una salida en seco. Ahora, unas semanas después iniciamos la aventura de seguir los pasos de los Tercios Españoles en su ruta de 1595.

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Entonces, para abreviar, hemos ido hasta Lyon para conectar con el Camino Español a la altura de Aiguebelle y desviándonos hacia Albertville donde comenzaremos  la primera etapa.

Como no hay mal que por bien no venga, estaremos en condiciones de poder explicaros con detalle como poder recorrer un Camino Español de 5-6 días (entre Milán y Chambery o Milán y Annecy) atravesando los Alpes y disfrutando de una de las secciones más impresionantes de esta ruta histórica.

Pero volviendo al tema de improvisar. Sabed que tiene sus consecuencias y una vez entras en la dinámica es complicado parar de hacerlo. Y de algunas de esas consecuencias tenemos prueba reciente. Madre del amor hermoso que comienzo de aventura…

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Llegar hasta Albertville ha implicado coger un avión y dos trenes. La caja con las bicis ha sido arrastrada, movida, girada, tumbada y puesta en vertical. Todo eso en varias ocasiones sobre todo por culpa de los trenes que no tienen espacio suficiente para este menester. Dentro de la caja también iban alforjas, casco, zapatillas… Todo moviéndose como en una coctelera.

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El resultado es que cuando hemos abierto las cajas para montar las bicis… El daño ya estaba hecho. Las dos bicis inutilizadas: la de Luis Ángel con el eje de la rueda delantera partido. La mía con el cambio de marcha hundido hacia la rueda y chocando con los radios. Para abundar en la desgracia (y dejando patente mi propia torpeza) al cortar las bridas que sujetaban la bici dentro de la caja me he llevado por delante el cable de freno delantero (cosas del directo…). Son las cinco de la tarde. ¿¿Dónde está el botón de pánico?? ¿¿Y ahora que??

… Pues hemos improvisado 🙂

MJ, nuestro ángel de la guarda, desde Zaragoza, nos ha dado las coordenadas de la tienda de bicis más próxima mientras conseguimos, mal que bien, habilitar mi bici. He cogido la rueda de LA y he ido un decatlón que había casi a tres kilómetros. Allí solucionarían el tema de LA. Lo mío era más delicado. Me han dado una dirección de una tienda especializada de bicis (suerte que había una…) donde, despues de una hora de trabajo y sustituir varias piezas, han solucionado lo mío.

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Y LA ¿que ha hecho para llegar al Decathlon con media bici y las alforjas…? Improvisar de nuevo. Ha parado a todas las furgonetas (impresionante…) que pasaban por la calle hasta que un abuelo muy simpático ha accedido a acercarlo al Decathlon…

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Para las siete de la tarde todo había vuelto a la normalidad, teníamos las bicis a punto y nos dirigíamos al hotel con una sonrisa de oreja a oreja. Al fin y al cabo la Pilarica sigue ahí.

Son las 11 de la noche y esta lloviendo a cántaros… ¿Qué os apostáis a que mañana tenemos que improvisar de nuevo?

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El Camino Español

2 comentarios en “El Camino Español 1595. Etapa 0: ¿por qué es bueno aprender a improvisar?”

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