«Españoleando» por Milán

Milán, capital de Lombardía, el Milanesado de nuestros antepasados, es una ciudad atractiva y turística que bien vale una visita. No podemos dejar de visitar el Duomo, el castillo Sforzesco, el fresco de la última Cena de Da Vinci, las Pinacotecas de Brera y Ambrosiana etc.

Lo que desconocía y que gracias a “El Camino Español” he descubierto, es que también existe un “Milán Español” fruto de casi 200 años (1535 a 1706) de presencia hispana en la zona.

Como quiera que tengo unos amigos viviendo en Milán por un año, y que teniendo el alojamiento solucionado la crisis parece menos, me decidí a hacerles una visita y aceptar el desafío que me propuso “El Camino Español” de localizar los restos visibles de la presencia española en la ciudad y aquí os dejo mi modesto relato del “Otro Milán”, centrado sobre todo en consejos para los viajeros así como una relación de los lugares de ocio que visité gracias a los “guías nativos” que alejados de los circuitos de los turistas os pueden dar una visión más “italiana” de la ciudad y  que espero os sea de ayuda a todos los que por uno u otro motivo os acerquéis a esta preciosa ciudad.

Llegamos a Milán (mi mujer y yo) por vía aérea al aeropuerto de Bérgamo en Ryanair desde Santiago de Compostela, como ya no somos novatos con esta Compañía desoímos las ofertas que tanto en el aeropuerto de Santiago como durante el vuelo nos hicieron para adquirir a precio irrepetible (nunca mejor dicho, pero por caro) los billetes del bus Bérgamo – Milán a pesar de las advertencias (falsas todas ellas) de que no podríamos comprar el billete en el aeropuerto, el precio en el aeropuerto a Mayo 2012 era de 5€ por trayecto ó 9€ ida y vuelta.

Una vez llegados a Milán (Estación Centrale, un monumental ejemplo de arquitectura fascista como otros muchos que sobreviven en la ciudad) os recomiendo el transporte público. El  billete giornaliero (24 horas desde que se utiliza por 1ª vez sin límite de viajes a 4,50€) o el de 10 viajes a 13€, ambos para cualquier tipo de transporte público de la ciudad, yo me decantaría por la primera opción ya que solo hay que validarlo en el 1º viaje y si te mueves por el Centro hay bastantes inspecciones de billete sobre todo a los que tenemos pinta de guiri y con que se utilice 3 veces al día ya está amortizado, cualquier tipo de billete se debe adquirir en los expendedores automáticos, quioscos o estancos.

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Después de llegar a Centrale sobre las 12 de la noche, ya desistiendo de cenar nada que no fuese comida rápida nos dirigimos a la zona del Naviglio grande, la más frecuentada aunque no la única de la “marcha milanesa” que estableceríamos como centro de operaciones al ser la zona donde viven nuestros anfitriones. El único sitio que visitamos esa noche, fue una “terraza” llamada “Sugar” en calle Ripa di Porta Ticinese un poco después del primer puente para vehículos que cruza el Naviglio, la verdad es que el sitio no tiene más que lo que se ve, el típico chiringuito en el que hay música en la calle, que para Milán es muchísimo, con cervezas extranjeras (heineken, becks, carlsberg) y nacionales (españolas no os lo perdáis, alhambra y san miguel) y hacen cocktails (mojito, caipirinha, etc.) a precio Milán pero menos (cervezas 5€, copas 8€) como comprobaríamos después.

Al día siguiente, después de levantarnos y desayunar en una librería cafetería del barrio 2 capuchinos y 2 brioches (lo que nosotros llamaríamos croisant) por 4,50€ nos dirigimos al Centro, zona Duomo, para empezar la cacería de monumentos de la época española.

Con respecto al tema café si sois cafeteros y queréis intentar haceros el “italiano” deciros, por si no lo sabéis, que capuchino se pide coloquialmente “capucho” y que solo se pide, si eres italiano “pata negra”, hasta el mediodía, el resto del día si quieres un café deberíais pedir un macchiato (manchado) que es lo que nosotros llamaríamos un cortado.

Esta primera visita por la zona centro, además de servirnos de recordatorio de lo que ya conocíamos nos sirvió para cobrarnos nuestras primeras piezas de la cacería, como pueden ser el Palazzo Reale, pero si os parece os haré en primer lugar un resumen del viaje centrándome en mi experiencia con los locales de ocio para luego informaros de los lugares “españoles” de Milán.

Después nos dirigimos por la Via Alejandro Manzzoni (escritor famoso por su novela “los novios” ambientada en la época “española”) hacia la zona del “Cuadrilátero de Oro” , la zona de las tiendas más exclusivas de Milán y probablemente de Italia, ya que acompañado de mi mujer me pareció conveniente ir alternando sus intereses con los míos, después de pasear por este barrio formado por las calles, Manzoni, Della Spiga, Monte Napoleone y Sant’andrea, decidimos volver a la zona del Naviglio en el tranvía 47 para reponer energías.

Allí en la orilla derecha del canal, según nos alejamos del Centro, tomamos unas cervezas artesanales de las muchas que tienen en el “BQ” abreviatura de Birra Artiglianale di Qualita.

TSR_Milan_3El local es pequeño por lo que es recomendable sacar la cerveza (4€) fuera, al canal, dejando 1€ de fianza por cada vaso que retornan al devolverlo. No hay problema con el idioma porque la camarera es cubana. La zona empieza a tener movimiento y se despereza poco a poco. Nosotros decidimos saciar el apetito probando una comida que no es la típica de Milán. O tal vez sí, me explico: los milaneses presumen de la cocina más cosmopolita de Italia, lo que sus compatriotas traducen en que la comida típica de Milán no es buena. Y por eso adoptan cualquier otra que les guste: Sushi (lo hay en cualquier supermercado), pizza, pasta en todas sus variedades etc.

TSR_Milan_4El caso es que, quien me lo iba a decir a mí, terminamos dando cuenta de unas estupendas hamburguesas y ensalada en tizzy’s n.y. bar & grill situado junto a la cervecería BQ, acompañados de unos bloody marys y finalizando con unos estupendos ‘macchiatos’ y limoncelos (por fin algo italiano). La comida buena y abundante a un precio razonable (8/10 € cada plato, bebidas a parte).

TSR_Milan_5Después de comer y ver al típico gondolero, decidimos volver al centro para pasear por el barrio de Brera, situado al norte del Duomo, “meeting point” obligado para cualquier visitante a Milán y al este del Castillo Sforzesco y continuar con la cacería de restos españoles.

Tras un viaje de vuelta en el tranvía 14 hasta Via Mercato, iniciamos un paseo que nos llevará hasta la Pinacoteca de Brera, antiguo Palazzo de los Jesuitas del S.XVII  que por desgracia tenía la fachada tapada por obras (algo muy frecuente en Milán) pero si pudimos disfrutar del expléndido patio de  columnas, como quiera que ya la conocíamos nos ahorramos la visita a la Pinacoteca, ineludible si la visitáis por primera vez.

Después continuamos con el agradable paseo por esta zona de la Ciudad Lombarda sin otro objetivo que disfrutar del clima y el barrio, y dejarnos guiar ahora si, por nuestros anfitriones para disfrutar de alguna terraza, como la cafetería Radezski.

La siguiente parada es en Corso Sempione, en las cafeterías que están cerca del Arco de la Pace, monumento de la época napoleónica, que delimita por el norte el parque que hay tras el castillo Sforcesco (Parco Sempione), a la hora a la que llegamos, sobre las 9, la zona está animada con gente que invade las terrazas para cenar con los ‘aperitivi’, especie de buffet libre de pastas, ensaladas y pizzas que por el precio de la consumición (+/- 8€) se puede cenar, dependiendo del hambre que se tenga y lo que te avergüence ir a rellenar tu plato de postre las veces que haga falta, para elegir el mejor local solo hay que ver el que tiene más gente o entrar en varios y elegir el que tenga el buffet más apetecible, solo una advertencia, esta zona a partir de medianoche es lugar de trabajo de prostitutas.

Para finalizar la noche, ya que el día siguiente promete ser agotador con la visita al lago Como, decidimos volver al Barrio del Naviglio y visitar una gelateria que solo ella merece una visita a Milán, la Gelateria della música.

TSR_Milan_6La visita al Lago Como, que no conocía, me permitió conducir un fiat 500, si pretendéis conducir por la zona, deciros que la fama de conductores peligrosos de los italianos, se corresponde más con los del sur (digamos que de Roma para abajo), aquí son bastante prudentes aunque amantes de la velocidad,  la mejor manera de llegar en auto es utilizando la autopista (indicadores verdes), aunque la carretera general tampoco es mala (indicadores azules), una vez allí nos dirigimos directamente a Bellagio que no lo conocían nuestros amigos, aunque a toro pasado os sugeriría dejar el coche en Como y visitar Bellagio en barco, disfrutando así de una travesía de una hora por un lago espectacular, y evitando el problema de conducir durante 35 km. por una carretera muy estrecha y no teniendo que preocuparte de aparcar en Bellagio en un sitio con pocas plazas de aparcamiento, todas de pago, y saturadas de vehículos, por supuesto también está disponible la opción de llegar hasta Como en tren, con muchas frecuencias y rápido, quizá la mejor de todas las opciones disponibles.

TSR_Milan_7Una vez en Bellagio, un pequeño pueblo antes pesquero y ahora turístico en el centro del lago Como, os recomendaré tomar una cervecita en cualquier terraza disfrutando de las vistas del lago, y para comer os debo recomendar el Restaurante Silvio que son especialistas en pescado del propio lago y que tienen una cerveza artesanal de jengibre espectacular, si os animáis a visitarlo, está el inicio del pueblo, pero si llegasteis por barco os recomiendo visitar Villa Melzi.

TSR_Milan_8Palacio con jardines del siglo XIX, y en la salida, si entramos desde el centro del pueblo, está el restaurante, (precio muy económico para lo que es la zona +/- 25€), en esta Villa además del espléndido jardín bordeando el lago, hay un pequeño museo con objetos etruscos, romanos y napoleónicos incluido un retrato de José I “rey de los españoles”.

TSR_Milan_9De regreso a Milán el cansancio hace que no busquemos mucho y en cualquier terraza del Naviglio cenamos a base de aperitivo y para cama que nos lo hemos merecido previo paso por la gellatería della música que desde que la descubrimos se convirtió en parada obligatoria de camino para casa, comentar que en esta zona de ambiente bohemio y mundano los locales intentan diferenciarse ofreciendo algo que los demás no tengan por lo que es fácil dar con lugares que ofrezcan platos vegetarianos o artesanales o lo que se les ocurra para fidelizar a una clientela muy exigente.

Nuestro último día completo en Milán lo dedicamos a visitar los últimos lugares españoles que nos quedaban por visitar, la comida la hicimos en una pizzería junto al palazzo Durini la Pizzería Restaurante Cocopazzo. Para finalizar la jornada decidimos ir a cenar a la Trattoria Bolognese da Mauro.

El último día, después de un paseo para hacer unas compras decidimos acudir a un restaurante del barrio donde nos alojábamos, también por recomendación de nuestros anfitriones, antes de volver al aeropuerto y a España, en esta ocasión el Ristorante Trap of Taste.

Con este buen sabor de boca, abandonamos Milán,  contentos de haber redescubierto esta ciudad desde esta nueva perspectiva y agradeciendo a “El Camino Español” toda su ayuda para hacerla realidad, desde aquí os animo a que os acerquéis a esta antigua y hermosa ciudad a la que tantos vínculos nos unen.

Relación de los Monumentos visitados 

Relación de monumentos más relevantes de la época española de Milán localizados durante mi visita y ordenados por zonas de la ciudad.

ZONA CENTRO-HISTÓRICO

    1. Palazzo Reale.En la Piazza del Duomo, durante siglos la sede del gobierno de la ciudad de Milán, es hoy un importante centro cultural, sede de exposiciones. Residencia de los gobernadores españoles fue reestructurado por los arquitectos Giunti y Tibaldi. La fachada actual es de Piermarini (s. XVIII).TSR_Milan_10
    2. Palazzo Marino. Situado en la Plaza de la Scala, es la sede del ayuntamiento de Milán. El palazzo fue encargado por el banquero y comerciante genovés Tomás Marino, como una casa señorial de la rica familia Marino. Fue construido entre 1557 y 1563 por el arquitecto Galeazzo Alessi.TSR_Milan_11
    3. Iglesia de San Fedele, en piazza san fedele, (en la parte trasera del palazzo Marino, al otro lado de la piazza della Scala) sede jesuita de Milán, encargada por San Carlos Borromeo a Pellegrino Tibaldi en 1569 y terminada en 1652 por Francisco Maria Richini. Típico ejemplo de la arquitectura de la contrarreforma con su arquitectura austera con su nave central sin laterales.TSR_Milan_12
    4. Casa degli Omenoni. Tras la iglesia de San Fedele, casa-estudio construida por el escultor Leone Leoni en 1565, su elemento más característico son los 8 telamones de su fachada.TSR_Milan_13
    5. Palazzo del Capitano de Giustizia Sede de la Jefatura policia urbana de Milan. Pedro de Acevedo, Conde De Fuentes, lo mandó construir como sede de la Guardia Cívica y de las nuevas cárceles. Proyecto de Pietro Antonio Barca.TSR_Milan_14
    6. Pinacoteca Ambrosiana, Piazza Pio XI, 2, fundada en 1618 por Federico Borromeo, primo de San Carlos, en la Biblioteca Ambrosiana, instituida ya en 1609. Instalada en un palazzo diseñado por Fabio Magone en 1611.
    7. Palazzo de la Scuole Palatine, en Piazza Mercanti, edificio datado en 1645 en cuya fachada pueden verse las estatuas de San Agustín y el poeta latino Ausonio.TSR_Milan_15
    8. Iglesia de San Sebastiano, en via Torino, dedicada al santo y mártir milanés en agradecimiento por su intermediación para finalizar con la peste de 1576, diseñada y construida por Tibaldi en 1577 a petición de San Carlos Borromeo.TSR_Milan_16

ZONA NOROESTE

    1. Castello Sforzesco Albergó una importante guarnición. A partir de 1550 se construyeron nuevos baluartes, desmantelados más tarde por las tropas napoleónicas.TSR_Milan_17
    2. Palazzo Litta, en Corso Magenta, 24, construido en 1648 por Richini para el conde Bartolomeo Arese,

ZONA SUROESTE

    1. Dársena. Localizada en viale Gorizia. Pedro de Acebedo, Conde de Fuentes, mandó ampliar la dársena para facilitar la carga y descarga de mercaderias.TSR_Milan_18
    2. Naviglio Pavese. En via Cardenal Sforza. Pedro de Acebedo, Conde de Fuentes, mandó construir el Naviglio pavese, para facilitar la navegación interna en el milanesado.TSR_Milan_19
    3. San Paolo Converso, en Piazza Sant’Eufemia, iglesia fundada en 1549 para el convento Angeliche di San Paolo, atribuida a Domenico Giunti, la fachada es de Cerano y fue terminada en 1611.
    4. Sant’Alessandro, en la plaza homónima, Lorenzo Binago construyó esta iglesia barroca en 1601 para la familia Barnabiti, junto a la iglesia están las Scuole Arcimbolde, escuelas para pobres fundadas en 1609 por la misma familia.

 ZONA SURESTE

    1. Arco de la princesa Margarita de Austria, en Corso di Porta Romana,En honor a la prometida de Felipe III. formaba parte de las murallas españolas arquitecto Martino Bassi.TSR_Milan_20
    2. Rotonda de la Besana Antiguo cementerio del hospital. Se empezó a construir en 1692 durante el gobierno de Diego López de Guzma. Arquitectos: Seregni y Arrigoni.TSR_Milan_21
    3. Giardino della Guastalla. Situado entre las vías Francesco Sforza, San Barnaba y Guastalla, es el jardín más antiguo de Milán, mandado construir por la Condesa Ludovica Torelli della Guastalla en 1555. A principios del S. XVII se transformó en un jardín italiano y se le añadió un estanque de peces entre 2 terrazas, contiene también un santuario del S. XVII y un templete neoclásico de Luigi Cagnola.TSR_Milan_22
    4. Ca’ granda o Ospedale sforzesco – Antiguo hospital de Milán, hoy Universidad. Construido en el siglo XV por Filarete y ampliado en el siglo XVII por Richini, siendo Gobernador Gómez Suárez de Figueroa, Duque de Feria, gracias a una donación del mercader de seda Pietro Carcano.TSR_Milan_23

ZONA NORESTE

    1. Palazzo Brera, en Via Brera, 28, fue sede de los Jesuitas. Obra de Richini s. XVII y la fachada de Piermarini (s. XVIII) actualmente alberga la Academia de Bellas artes y la Pinacoteca Milanesa.TSR_Milan_24
    2. Colleggio elvético, hoy Palazzo del Senado. Obra de los arquitectos Mangone y Richini, s XVII. Construido por orden del Cardenal Federico Borromeo, con beneplácito de Pedro de Acevedo.TSR_Milan_25
    3. Pallazzo Crivelli. (s XVII-XVIII) verdadero tesoro de arquitectura barroca. En la fachada se conservan dos estupendos balcones andaluces.TSR_Milan_26
    4. Pallazzo de Durini. Obra de Richini, era la residencia del Gobernador español Guzmán Ponce de León de 1662 a 1668.TSR_Milan_27
    5. Mura spagnole.Vestigios de la muralla que rodearon la ciudad hata el siglo XIX. construidas por orden de Ferrante Gonzaga a partir de 1549.TSR_Milan_28
    6. Seminario Arcivescovile, en Corso Venezia, comenzado en 1565 por Seregni para San Carlos Borromeo. El portal fue añadido en 1652 por Richini.TSR_Milan_29
    7. Palazzo Cusani, Via Brera 15, palacio construido por orden del Marques de Chignolo Po a principios del S.XVI, posteriormente reconstruido por Giovanni Ruggeri.TSR_Milan_30

Antonio Saiz

Fuentes:

«Tras La huella de la Milán española», Nando Pozzoni
«Milan y los lagos»,
de País Aguilar

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