La Lucerna católica y el «Camino de Suizos»

San Francisco Javier era lo que llamamos ahora un ídolo de masas. Tendría (de haber existido la herramienta) miles de seguidores en Twitter. Y en Facebook, ni te cuento… Pero nació a principio del siglo XVI (cuando el tema de internet todavía no estaba maduro). Lo hizo en el bonito Castillo de Javier, en Navarra (España) y entre sus hechos más relevantes está el participar en la fundación, junto con San Ignacio de Loyola, de la Compañía de Jesús. Lo que son las cosas…

El Apóstol de las Indias, le llamaban, por sus viajes a la India, Japón y China para evangelizar. Los católicos le tenían tanta veneración que se construían iglesias en su nombre. Como la de Lucerna  en Suiza. De estilo barroco, con una magnífica fachada en blanco y la más grande de la época en toda Suiza. Se empezó a construir en 1666 (Die Jesuitenkirche St. Franz Xaver, se llama).

Viene a colación indicar que el Cantón de Lucerna, con Lucerna ciudad como principal baluarte en Suiza, se mantuvo católica cuando la reforma protestante invadió la actual Suiza. Es importante porque cuando la coyuntura se complicó en exceso, la ruta que llevaban las tropas que iban de Milán y Flandes se derivó más al Este: a través de los Cantones Suizos.

Así, con coste a las arcas del Imperio por cruzar los Cantones católicos, los Tercios pasaron a miles por las calles de Lucerna camino a Alsacia para luego alcanzar los Países Bajos Españoles.

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Lucerna es una preciosidad. No hay lugar a dudas. Bañada por un extenso lago, al pie de los Alpes rodeada de verdes prados y bosques frondosos. Dicen que es la joya turística de Suiza pero la ruta no tiene desperdicio si quieres pasar unos días admirando paisajes. Los tercios lo iniciaban en Milán y remontando el Ticino y después de atravesar los Alpes por el San Gottardo desembocaban en la ciudad de Altdorf a orillas del lago de los 4 Cantones. Desde allí llegaban a Lucerna en barco.

A este camino le llamaron entonces «Camino de Suizos», así en castellano (lo podéis comprobar en el diccionario histórico de Suiza en su punto 2)

Tanto el «Camino de Suizos» (como vía de comunicación protegida y segura) como mantenerse católica (y convertirse en etapa del Camino Español) le trajo considerables beneficios a Lucerna, puesto que gracias a eso se incrementó sustancialmente el comercio con el Milanesado. La ciudad helvética supo aprovechar la oportunidad. Ya por entonces, no daban puntada sin hilo.

El Camino Español

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