El Camino Español vale por dos reinos: Hungría y Bohemia

El Camino Español vale dos Reinos. Y es literal. Y no dos reinos cualquiera: Bohemia y Hungría. Por entonces reinos del Este de Europa que estaban en juego por una sucesión mal gestionada (+ info). La cuestión es que la herencia de ambos reinos pasaba por dos opciones: nuestro Felipe III (en la rama de los Habsburgo de España) y Fernando II (en la rama de los Habsburgo de Austria). A priori, mala cosa. Cierto es que todo quedaba en familia pero… ¡a ver quien renunciaba a esas dos peritas en dulce!

Pues, sin entrar en detalle y seguramente contra pronóstico, fue Felipe III quien renuncia por el tratado de Oñate a la sucesión de Hungría y Bohemia a favor de la Fernando II. La renuncia no es gratuita, desde luego. Se buscó garantizar el control de Alsacia con el objetivo claro de perpetuar el Camino Español. Es aquí donde ponemos el hincapie porque la constraprestación nos parece que da la medida la importancia que se le daba a esta ruta de provisión: Absolutamente prioritaria.

El tratado de Oñate, no se firmó en la localidad de Oñate (preciosa localidad guipuzcoana dicho sea de paso y sede de la primera universidad del País Vasco) aunque sí tiene que ver con ella. Se firmó en Viena, el 29 de Julio de 1617. El acuerdo fue bautizado en honor a Íñigo Vélez de Guevara y Tassis, VII Conde de Oñate (ahí está la relación…). Íñigo Vélez fue embajador de España en Viena entre 1617 y 1625, y quien negoció la versión final de este Tratado clave en la historia Europea.

No era un cualquiera, el tal Vélez, muy al contrario. Gozaba de una altísima consideración por sus excelentes servicios a la monarquía en tierras lejanas durante muchos años. De hecho se pensó en él como posible sucesor del duque de Lerma como valido de Felipe IV (a pesar de que el favorito del rey era Gaspar de Guzmán, Conde-duque de Olivares, enemigo declarado de Vélez). en todo caso ya sabemos quién se llevó el gato al agua…

TSR_Inigo_Velez_de_GuevaraPero no nos dispersemos… El beneficio negociado por el Conde de Oñate era que Fernando II cedía a Felipe III, en Italia, los minúsculos Finale Ligure y Principado de Piombino y, atención, los derechos austríacos a Alsacia. Punto clave de la ruta española a Flandes y unos de los principales desvelos de la monarquía. Alsacia se convertía así en alternativa viable a Lorena para alcanzar los Países Bajos Españoles desde el Franco-Condado.

El tratado, por otra parte, tiene repercusiones a corto plazo. Unas repercusiones devastadoras. Fernando II entra en Bohemia y Hungría como un elefante en una cacharrería y las posiciones obtusas de unos y otros generan el caldo de cultivo de la guerra de los treinta años.

Pero no adelantemos acontecimientos. Quedémonos con la idea principal que el Tratado de Oñate permitía a la corona española mantener habilitado El Camino Español y construía opciones claras para asegurarlo de cara al futuro. Eso sí, renunció a Hungría y Bohemia (con el encanto que tiene…) pero mantener conectados los territorios de la monarquía era clave, aunque el coste a pagar fuera renunciar a ampliar la monarquía con dos suculentos reinos más.

El Camino Español

7 comentarios en “El Camino Español vale por dos reinos: Hungría y Bohemia”

  1. ¿Y se sabe el porqué no se obtuvo la cesión de Alsacia y Ortenau? Como estaba firmado en el Tratado de Oñate.

    1. caminoespanol

      Hola Héctor, según creo recordar (mejor que lo compruebes) porque era un opción sobre los territorios. No una cesión real. A la finalización de la guerra de los 30 años, la cosa no acabó como se esperaba y los tratados finales reflejaron otra situación. Un cordial saludo

  2. Hola. Lo que he encontrado, que no resuelve del todo la duda es lo siguiente: «… Además, parte constitutiva de las componendas secretas que se habían acordado ya en marzo de 1617, era que Fernando cedería Alsacia, incluido Ortenau, a España, en cuanto subiera al trono.» Fernando fue rey de Bohemia y Hungría, Felipe III cumple su parte.

    Y luego: «… Esta promesa de cesión territorial, desde luego, no se cumplió, pues el emperador no sólo
    temía la oposición de los señores y ciudades, representados en la dieta imperial, sino además
    la actitud hostil de Francia.»

    Por lo tanto fue Fernando quien incumplió el pacto. Parece una débil excusa para no entregar esos territorios como estaba pactado en el Tratado de Oñate.

  3. Hola David.

    La verdad, es que hace tanto que lo escribí que no lo recuerdo. Pudo ser en «La monarquía universal española y América» de Peer Schmidt o «El tratado de Oñate y sus consecuencias» de Jesús María Usunáriz Garayoa, pero ya digo que no lo recuerdo.

    Un cordial saludo.

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