II – Terrible Trienio (1568-1571): Isabel de Inglaterra roba a los Tercios y hunde más a los flamencos. 1569

Huelga decir que las relaciones con la Inglaterra de la ambiciosa Isabel no eran nada buenas. Eran ya muchas las ocasiones en la que barcos provenientes de España con destino su hermana Flandes se veían amenazados, atacados y a veces apresados por naves inglesas (también por hugonotes franceses). Barcos, la mayoría de las veces, cargados de materia prima (lana para la industria textil flamenca, sal para la conservera, fruta para los mercados, …) y en ocasiones también metales preciosos (sobre todo plata) para mantener el sistema financiero.

Estaba claro quien anhelaba qué. Corría mediados del siglo XVI y ni ingleses ni franceses sabían bien, bien qué abarcaba América…  y, visto lo visto cómo le iban las cosas a España y a su monarquía, estaba meridianamente claro quien tenía poco que perder y mucho que ganar. Con lo bien que le iría a ellos ese oro y esa plata que llegaba de América…

Sea como fuere, entonces como ahora, había «gotas que colmaban vasos» y lo que podía llegar a ser soportable durante un tiempo, llegaba un punto en que se volvía absolutamente inadmisible. Algo de eso ocurrió a finales de 1568,  participando e incrementando la gravedad de esos tres fatídicos años: El Terrible Trienio.

Es noviembre de 1568. Una nave y cuatro lugres vizcaínas con destino los Países Bajos fueron empujados por los corsarios hugonotes franceses (que a éstos también les iba la marcha) y por una tormenta, a las costas de Inglaterra donde buscaron protección en Southampton. Puerto, en principio, amigo. O al menos no enemigo.

Un rápido registro de los ingleses a las naves españolas hace que suenen las alarmas hasta en el excusado de Isabel de Inglaterra porque los barcos van hasta el tapón de cargamento «apetecible». Tanto como para que la Reina Virgen se atreva a formalizar un desencuentro diplomático entre la incipiente Inglaterra y la inabarcable España, apropiándose de una carga que venía convenientemente acuñada y lista para servir. Un buen montón de plata con la que tapar algunos agujerillos en la maltrecha economía inglesa, pensaría Isabel.

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El Duque de Alba, destinatario de buena parte de la carga (bueno, él no, los Tercios que comandaba) estaba como para hacerle bromas. En las bodegas de esos barcos iban buena parte de las pagas de los Tercios que desde Agosto de 1567 estaban en Flandes y que llevaban un año bregando con el cansino de Orange. Ni Flandes, ni Holanda, ni Valonia tenían ejército profesional (ni del otro…) y la «estrategia terrestre» del Taciturno estaba forzando la necesidad de mantener tropas que garantizaran la seguridad de los Países Bajos (y de la gente y del comercio,…). Tropas que era necesario pagar.

Esta acción por parte inglesa generó una escalada de reacciones en uno y otro lado que complicaron la vida tanto a comerciantes ingleses, como a flamencos, como a españoles. Para empezar Isabel se quedó con toda la carga (en plata contante y sonante), luego hubo mutuos embargos de embarcaciones (en materias primas, principalmente), …. Total, un desagüisado. Para no dejarlo en el aire, el asunto se cerró (en falso) muchos meses después. Pero las consecuencias directas e inmediatas, que las hubo, fueron principalmente dos:

33km. En un día despejado se ven las costas opuestas. Y con mala mar mejor no pasar...
33km entre Dover y Calais. En un día despejado se ven las costas opuestas. Y con mala mar mejor no pasar…

Primero, que Isabel Tudor después de quedarse el dinero que sabía que no era suyo (¿robar?) y como respuesta a la escalada (que ella misma inició) habilitó puertos ingleses a los Mendigos del Mar, que pasaron de La Rochelle (la Francia protestante) a Dover (Inglaterra) para dinamitar más de cerca y de manera más profunda el comercio España-Países Bajos, provocando de facto el «Bloqueo de Amberes» ciudad comercial por excelencia, con la dificultad para abastecer a la población y la industria de flamencos, holandeses y valones. (¿Tendría remordimientos Isabel de Inglaterra por joder la vida a los Flamencos, Valones y Holandeses? ¿…Y Guillermo de Orange con sus «Mendigos del Mar»?).

Segundo. Que Alba no recibió el dinero que esperaba y, en consecuencia, los Tercios empezaron a ver retrasadas sus pagas porque esos barcos nunca llegaron. En los inicios de 1569 estaba claro el peligro cierto ( dado que los barcos no podrían llegar con regularidad a causa de los «Mendigos») de no cobrar con periodicidad apropiada. El Duque de Alba se vio en la urgencia de sacar sí o sí adelante una financiación más «cercana» para no depender de la Monarquía Hispánica.

Recreación de los Tercios en Jaca

Una Monarquía que por otra parte se estaba palpando ya los bolsillos (vaciados entre otras cosas por la Guerra de las Alpujarras) parar preparar y organizar sus argumentos en la que sería «La más grande ocasión que vieron los siglos»:  Lepanto. (7 Octubre de 1571).

El Camino Español

PD: Comparado con Lepanto, donde se jugaba el destino de la civilización occidental, lo de Flandes revestía una importancia más que relativa a ojos de Felipe II (y de cualquiera con dos luces…). Pero no así para la «Estadista» número 1, Isabel de Inglaterra, o para el «Estadista» número 2, Guillermo de Orange, a los que la supervivencia de la civilización occidental o su más que probable desaparición bajo el yugo del Imperio Otomano le importaba una higa.

PD: Por otra parte, la «Buena Reina Bess», les cortó las alas a los «Mendigos del Mar» en 1572 (a finales del Terrible Trienio) cuando éstos empezaron a cometer piratería también contra barcos Ingleses o alidados de éstos. Dado que los barcos españoles y flamencos, formando escuadras, se habían vuelto más complicados de abordar, los piratas empezaron a atacar a los ingleses (que hay que ser listo también…). El resultado es que los expulsó de Dover y les negó protección en sus puertos. ¡Qué sensible se había vuelto de pronto su graciosa majestad!

 

Serie el Terrible Trienio

I – Terrible Trienio (1568-1571): Los “Mendigos del Mar” o cómo empobrecer a tu propia gente. 1568

II – Terrible Trienio (1568-1571): Isabel de Inglaterra roba a los Tercios y hunde más a los flamencos. 1569

III – Terrible trienio (1568-1571): El Duque de Alba hace de “Montoro”. 1569

IV – El Terrible Trienio (1568-1571): El Tsunami de Holanda o las dos puñaladas a Flandes. 1570

V – El Terrible Trieno (1568-1671). La Pequeña Edad de Hielo: Inviernos heladores. Veranos infernales

VI – El Terrible trienio (1568-1571): Peste en Amberes. 1571

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