Guillermo de Orange en el poder o Cómo los Tercios se ganaron el Milagro de Empel

Si vais a Bélgica y veis una iglesia o capilla dedicada a la Virgen, tal vez querais comentarle a quien tengais al lado que si hay basílicas, iglesias o capillas de la Virgen María en Bélgica es, en gran medida, gracias a los Tercios de Flandes.  A colación de esto… ¿Os suena el milagro de Empel?

Sí que es importante saber que para los cristianos protestantes, la Virgen María, la madre de Jesús, no merece veneración religiosa. En los siglos XVI y XVII, periodo de exacerbación religiosa llevada a las manos en los Países Bajos, atacar un templo dedicado a la Virgen era algo perfectamente asequible porque era un lugar de culto, digamos, «semi».

Basílica de Halle
Torre de la Basílica de Halle

En ese orden de cosas, que la Virgen Negra de la población de Halle (que estaría al nivel de la Virgen del Pilar, la Virgen del Rocio o la Virgen de Montserrat en España) fuera motivo de peregrinación católica de referencia en centro-Europa era algo que en los «nuevos» Países Bajos instaurados desde el golpe de Estado de Guillermo de Orange en 1577 (aupado por los protestantes), era en el fondo una afrenta muy a la vista. Y la población de Halle, católica y ferviente devota de la Virgen, estaba tan cerquita de Bruselas, la nueva y reluciente capital protestante de Europa…

 

Bruselas capital protestante. Bruselas se había convertido en esa capital que Guillermo de Orange habia conseguido «salvar» (entiendase la ironía…) de las garras del todopoderoso Felipe II gracias, entre otras muchas cosas, a la magnanimidad de Felipe (que perdonó sus traiciones reponiéndolo en su puesto…) y al golpe de Estado que urdió el Taciturno a la muerte del Gobernador Luis de Requesens (Los 10 meses de traición: Marzo 1576 – Enero 1577) .

Por otra parte, Guillermo estrenó «su» trono (Joyeuse Entrée en septiembre de 1577) y tampoco era cuestión de andar ya dándoles de hostias a los católicos en «su» idílico Países Bajos. Así que la cosa se postpuso un tiempo mientras se palpaba el cuerpo felicitándose por haber manejado tan bien la pobreza que él y su familia (alemanes por otra parte…) habían provocado en Flandes (Terrible Trienio, 1ª Invasión de los Países Bajos con Mercenarios y la 2ª Invasión de los PPBB con Mercenarios. Ahí es nada…)

Rodillo calvinista. Para empezar, el rodillo protestante tuvo que ser postpuesto porque la autoridad del rey legítimo fue salvada in-extremis por los Tercios al frente de Juan de Austria, el verdadero gobernador de los Países Bajos, en Gembloux (enero de 1578). En esa batalla Juan de Austria y los Tercios barrieron literalmente a un ejército de rebeldes mucho mayor en número. Esa victoria dejó a las «autoridades» rebeldes sin respiración y dió alas a los católicos de los Países Bajos porque había esperanza…

Por otra parte, en tan solo un año desde la «bajada de los cielos» de Guillermo de Orange a salvar a holandeses, flamencos y valones de las uñas de Felipe II (como decíamos, en septiembre de 1577), los católicos de los Países Bajos ya sabían de qué pie cojeaba el tal Taciturno y sus adláteres. Así que firman primero una alianza entre las regiones católicas (Unión de Arras – Enero de 1579) y luego sellan unos meses después un acuerdo con su rey legítimo, Felipe II (Tratado de Arras – Mayo de 1579) para que les proteja de semejantes elementos protestantes, que se han destapado como de la peor calaña. Firma en nombre del rey Alejandro Farnesio, como nuevo gobernador (Juan de Austria, el vencedor de Lepanto, había muerto cerca de Namur por enfermedad. Que ya fue lástima…).

La cosa se complica para Guillermo y los rebeldes que tan bien se las prometían hacía unos pocos meses.

Unión de Arrás y de Utrecht. Como los «papistas» hicieron su Unión (de Arrás), los «buenos» de la peli hicieron la suya (Unión de Utrecht). Y hete aquí que aquellos que no estaban con los de Guillermo, se convertían automaticamente en enemigos aunque fueran más flamencos que los gofres. Y si estabas cerca de Bruselas, más todavía por aquello de que te podías convertir en cabeza de puente para los Tercios.

Eso le pasó a Malinas y a Halle, que cumplían dos de las condiciones: Firmar la Unión de Arrás y estar cerca de Bruselas.

Guillermo no se lo tomó nada bien, la verdad, eso de que no le firmaran «sus» papeles. Un poquitín sí que le escoció. Así que manda a su gobernador de Bruselas (Olivier Van der Tympel) que ponga orden en su radio de influencia porque Alejandro Farnesio está recomponiendo sus tropas (después de asediar con éxito Maastricht) y hay que asegurar la capital.

Como los protestantes no andaban muy finos de tropas locales utilizan también a mercenarios ingleses ¿El Pago? Son ciudades díscolas y ricas: El saqueo será un buen precio.

Malinas saqueada por los ingleses. Malinas fue la primera (abril de 1580). Y los ingleses, al mando de John Norreys, con dejaron allí su huella acostumbrada. La «furia inglesa» le llamaron. Unos profesionales del asunto, los ingleses, da igual bajo qué bandera estén. Eso sí, con flema, eso que no falte. Saqueo y flema, saqueo y flema…

Furia inglesa Saco de Malinas 1580

Halle, la siguiente. Y cuando el botín estaba cobrado con creces y la población atemorizada y bajo control, giraron hacia Halle donde iban a matar dos no, cuatro pájaros de un tiro: Una ciudad católica leal a su rey, próspera económicamente, cercana a Bruselas y además debota de la Virgen. Mucha miel sobre muchas hojuelas. Además como era un templo mariano no le generaba problemas de conciencia a los sensibles soldados protestantes, tolerantes ellos al nivel de sus dirigentes.

Y allí en Halle había y sigue habiendo una Virgen Negra a la que veneran y que sus pobladores sienten que les protege. En dos ocasiones en dos días lo intentaron los protestantes con ahínco, sabiendo como sabían que la ciudad rebosaba y que el saco sería jugoso. Y en ambas ocasiones fueron rechazados por unos defensores y una población que sabían que defendían algo más que sus vidas o la de su familia. Allí en Halle, con su Virgen Negra, se defendía una manera de pensar y de sentir que no iba a ser profanada, al menos, en esa ocasión. Aguantar era la consigna, porque los Tercios…

Tercios al quite. Y hasta ahí llegó la mecha de los protestantes que se retiraron a los dos días con viento fresco porque los Tercios apuraban y se aproximaban con el diente retorcido. Ningún ejército protestante volvió a asediar Halle durante la época española. De esa Unión de Arras surgió el germen de lo que ahora es Bélgica (católica para más datos y devotos de la Virgen. Rasgos que compartimos en España).

Si vais a Halle, podreis ver justo después de entrar en la Basílica, a la derecha, algunas de las balas de cañón que tienen por seguro que lanzaron los protestantes cuando sitiaron la ciudad. De haber conseguido su propósito, en 1580 o durante los más de 70 años que duraría la guerra y que los Tercios estuvieron activos, nada de lo que hay en esa basílica dedicada a la Virgen María existiría. De hecho ningúna basílica, iglesia, capilla o estatua de la Virgen María existiría en Bélgica.

Quien sabe, tal vez la misma Virgen María, en agradecimiento adelantado a tantos años de defensa de su imagen y su memoria, hiciera un gesto para con los Tercios Españoles de Flandes en cuanto hubo una oportunidad propicia… en Empel, por ejemplo.

El Camino Español

PD: En el siglo XVII, el español Don Alonso de Ribera construyó el Fuerte de Nuestra Señora de Halle en la región chilena del Bío Bío, cuando éste era gobernador de la Capitanía General de Chile. Don Alonso nombraba así al fuerte recordando la defensa de la Virgen María a la ciudad de Halle, cuando éste luchaba en Flandes al servicio de Alejandro Farnesio, Duque de Parma y sobrino del Rey Felipe II de España y los Países Bajos. Si esto no es globalización, nada lo es.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio