«El Camino Español en bici»: La Guía para que los nuevos ‘Tercios’ recorran Europa.

El Diccionario de la RAE define «aventura» como “1. Acaecimiento, suceso o lance extraño. 2. f. Casualidad, contingencia. 3. f. Empresa de resultado incierto o que presenta riesgos. Embarcarse en aventuras. 4. f. Relación amorosa ocasional.”.

Si esto es así, David López, la ha vivido en todas sus acepciones. Porque 1. ¿Qué lance hay hoy más “extraño” que vivir la historia?, 2. ¿qué mayor casualidad hay que tener una bicicleta para iniciar un camino?,  3. ¿qué empresa puede tener un resultado tan inesperado como recorrer el viejo Camino Español cuatro siglos después?, y 4. ¿qué mayor muestra de amor a la historia hay que vivirla?

Muchos, ¡qué digo! todos los que visitamos esta página hemos pedaleado virtualmente con él y hemos esperado lo que está a punto de llegar: un libro en el que nos cuente cómo es vivir la historia en primer persona y revitalizar la afición por el Camino Español. Así que un servidor, ha aprovechado para hacerle unas cuantas preguntas:

Diego Solanas: ¿Qué hizo que te decidieras a poner personalmente tu pica en Flandes?

David López: En realidad fue más una consecuencia que una decisión propiamente dicha. Al escribir en el blog sobre el Camino Español, sobre los motivos que llevaron a abrirlo, a mantenerlo y sobre las ciudades por las que pasaba, la belleza de los paisajes, las huellas de la época española, hizo que sintiera necesidad de conocer de primera manera mano todo eso. Necesitaba ver por mí mismo que, aquello sobre lo que había leído tanto y escribía, era cierto y poder trasladar a los seguidores también certezas y vivencias propias.

DS: Me han dicho que preparas un libro sobre la hazaña, ¿en qué se diferencia de las crónicas que subes a la web cuando estás en ruta?

DL: En el libro, que saldrá a primeros de mayo, además de vivencias más personales de la aventura, ‘En carne propia’ las llamo, incluimos consejos básicos para preparar el Camino Español en bici, la descripción de la ruta, desniveles, distancias. También hablamos e indicamos dónde ver huella de la época española (fortalezas, iglesias, edificios, puentes… construidos en territorios de la monarquía hispánica). Y claro rememoramos algunos detalles de cómo vivieron, según los textos, aquellos españoles hace 450 años, aquella ruta innovadora que abría el Camino Español. Con el libro también se incluye la ruta en GPS completa. Hemos intentado tenerlo todo en cuenta para que sea realmente de ayuda.

camino español en bici
Resérvalo en la Tienda de los Tercios

DS: Preparar la bici, el equipamiento… supongo que tendrías en mente a aquellos soldados preparando sus armas, corazas, mochilas…

DL:  La verdad es que lo más teníamos en mente era que el equipaje no pesara mucho. Todo lo que nos lleváramos tendríamos que cargarlo durante más de 1300 kilómetros. Ellos, los Tercios, cargaban con las armas en los comienzos y finales de etapa y cuando pasaban por zonas de riesgo (cerca de territorios calvinistas y de Francia). El resto del tiempo, la mayoría, la carga iba en carros. Eso abría por supuesto otra problemática fundamental: la logística. Porque ¿Cómo subes los Alpes con carros? A eso también le damos respuesta en el libro.

DS: Estás en tu bici, mirando la ruta que te espera, notas que en cada metro del viaje hay historia ¿Qué sentiste el segundo antes de comenzar la aventura?

DL: En ese momento, del que me acuerdo con total precisión, pensé que mi meta personal estaba conseguida. No sabía si iba a poder conseguir finalizar los 1350 kilómetros porque muchas cosas podían ocurrir pero todo el trabajo difícil estaba hecho: El asumir el reto, sacar el tiempo de debajo de las piedras para la investigación, para trazar la ruta, para buscar huellas de la época española, para contrastar la información, para la preparación física del reto que implicaba recorrer el Camino Español. Incluso a veces, luchar contra mí mismo por pensar que eso era una simple y llana locura. Pero estaba allí con Luis Ángel, mi amigo, en la Plaza del Duomo en Milán, dando la primera pedalada hacia la aventura. Hacia Flandes.

DS: ¿Cómo es pisar la misma tierra que pisaron los legendarios Tercios?

DL: La verdad es que cuando pedaleas, pedaleas. Así que está uno centrado en lo que está. Pero sí que es cierto que hay lugares concretos en los que sabes a ciencia cierta que pasaron por allí (puentes, puertos de montaña…) y eso genera una sensación especial. Lo que me encanta es que luego, tiempo después de una vez hecho el recorrido, cuando vuelvo a leer o escuchar sobre la Grand-Place de Bruselas, sobre el Mont-Cenis, sobre Luxemburgo, se entrelazan mis propios recuerdos vividos con lo leído sobre aquellos protagonistas que hicieron posible esta ruta histórica.

DS: Allá donde vais, ¿cómo reaccionan las autoridades de las ciudades al ver a dos españoles recreando la ruta?

DL: Con sorpresa, con agrado y también con un puntito de envidia. Las regiones por las que pasa el Camino Español no son rutas turísticas frecuentadas por españoles así que la sorpresa está garantizada. El agrado viene porque ven con buenos ojos el potencial que tiene la ruta y las posibilidades que les abren las visitas de españoles que vengan a disfrutar de todas las posibilidades que ofrecen esas regiones (paisajísticas, gastronómicas, culturales…). Y el punto de envidia es porque aprecian que haya españoles que se ocupan y preocupan de la historia de su país incluso fuera de sus propias fronteras.

guía camino español en bici
Contraportada de la Guía: El Camino Español en bici

DS: ¿Has tenido que enfrentarte a la leyenda negra?, ¿o eso ya queda sólo para españoles mal informados?

DL: En este caso, la leyenda negra se presenta en la forma de desidia por la historia de sus propios países. Que en Milán o en Bruselas no sepan que hay decenas y decenas de construcciones principales de la época española y que no lo valoren en su justa medida es desidia y dejadez, por decirlo fino. Y eso resta valor a lo mucho y bueno hecho por españoles de otra época. Por otra parte resulta difícil contrarrestar aquello que pudiéramos hacer de negativo cuando no tienes en cuenta lo positivo o lo infravaloras. Así que queda mucho por hacer no solo en España sino en el resto de Europa.

DS: Tras cada etapa subías a la web un capítulo de la aventura. ¿Cómo se saca la inspiración para escribir tras jornadas agotadoras?

DL: La dificultad era mantener a la inspiración despierta. Con Luis Ángel comentábamos el día y en realidad se trataba de glosar lo que habíamos hecho, así que esa parte no era muy complicada. Pero después de todo el día pedaleando, con cientos de kilómetros acumulados, la ducha, una cena copiosa y tumbado en la cama… no sé… no me podéis negar que tenía cierto mérito que el sujeto, verbo y predicado estuvieran en el orden adecuado y las frases tuvieran algo de sentido…

DS: Confieso que no sé montar en bici… ¿Sería posible hacer el Camino caminando?

DL: Este año ya nos han solicitado asesoramiento para llevarlo a cabo a pie. Así que posible es. Si lo quieres hacer de una tirada necesitas unos 50 días, unos 25 km por día, que por otra parte es lo que tardaban los Tercios en recorrer esta variante del Camino Español (para ellos eran unas 4 leguas). Las personas que lo quieren hacer tienen previsto hacerlo en dos veces. La comunicación desde España hasta la ruta es bastante sencilla porque hay aeropuertos intermedios con precios muy asequibles así que se puede abordar en varias veces sin problema.

DS: ¿Ves en un futuro el Camino Español como una ruta cultural de referencia, llena de caminantes como es hoy el Camino de Santiago?

DL: Me gustaría que fuera reconocida como una ruta cultural, y para eso trabajamos, porque si bien fue abierta y mantenida por los Tercios por motivos militares, luego se convirtió en una vía de comunicación intra-continental de primer orden. El Barroco llegó hasta los Países Bajos Españoles (actual Bélgica y Luxemburgo) por esta vía. Los pintores flamencos la utilizaban para ir a los diferentes Estados italianos a empaparse del Renacimiento y del Barroco. El flujo de ideas y de industria fue constante. El que caminantes y ciclistas la recorran para disfrutar de lo mucho que puede ofrece llegará, estamos convencidos.

DS: ¿Qué etapas son las más estremecedoras para ti?

DL: Estremecedoras en lo positivo Milán y Bruselas. Milán por el nerviosismo de lo que está por venir y Bruselas porque, al hecho mismo de la llegada, se le suma la carga histórica y el magnífico escenario: La Grand-Place. Los pelos como escarpias tengo en estos momentos, solo de pensarlo. Por otra parte y más que estremecedora, sería desafiante y retadora, es la etapa de ascensión al MontCenis en los Alpes. La etapa reina de este Camino Español. Toda una oda a la superación personal.

DS: ¿Qué has aprendido del viaje? Tanto en lo histórico como en lo personal.

DL: En lo personal, y haciendo referencia al lema de nuestro escudo nacional, «Plus Ultra», que yo interpreto como «sin límite», he aprendido que los límites nos los ponemos muchas veces nosotros mismos. Este libro es una muestra de querer romper mis propios límites. Quise salir de la zona de confort no solo leyendo sobre la ruta sino viviendo el Camino Español en primera persona cuando no estaba marcado. Y ahora trabajamos contra corriente para convertirla en Ruta Cultural Europea.

En lo histórico, me gusta hacer referencia a la frase de Lorca que decía que «El español que no ha estado en América no sabe lo que es España». Algo así ocurre cuando recorres el Camino Español. Te das cuenta de la influencia positiva de aquella España en la Europa del siglo XVI y XVII que llega a nuestros días de manera clara y precisa. Pero para poder verlo hay que verlo con otros ojos, con otra mirada alejada de los tópicos. Esa es la que nosotros queremos ayudar a enfocar.

DS: Por último… si te digo aquello de “España mi natura, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura”, ¿qué me contestas?

DL: La cambiaría por «España mi natura, Italia mi ventura y hasta Flandes la aventura». Es la frase que nos gusta utilizar porque describe mejor cómo se recorre el Camino Español en el siglo XXI para recordar y conmemorar el que se recorría en el siglo XVI.

Así que ya sabéis… dentro nada tendremos entre las manos un verdadero tesoro, una guía que nos hará soñar con seguir el Camino… ¡y hasta a atrevernos con él!

Diego Solanas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio